La simulación 3D está revolucionando la forma en que se resuelven crímenes. Gracias a esta tecnología, los investigadores pueden recrear escenas del crimen con mucha más precisión: analizar trayectorias de balas, reconstruir accidentes o entender cómo ocurrieron los hechos clave en segundos cruciales.
Lo que antes podía tomar meses, ahora se resuelve con mayor rapidez y eficacia, acercando la justicia a quienes la necesitan.
Un caso en el que un uniformado de la policía había asegurado haberle disparado a un compañero suyo por equivocación, se desestimó gracias a la simulación en 3D que permitió evidenciar que la víctima fue asesinada de manera intencional.