El Juzgado ordenó la compulsa de copias a la Fiscalía para investigar a la madre del niño por las lesiones que le fueron infringidas al infante antes de su fallecimiento.
Con la judicialización del padrastro de la víctima como presunto autor de homicidio agravado, la Fiscalía esclarece los hechos que rodearon el deceso de un menor de 23 meses el pasado 31 de agosto, cuando indicaron supuestamente que se había caído por las escaleras de su casa.
El imputado, de 37 años, fue cobijado con medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro de reclusión de Santa Rosa de Viterbo (Boyacá) por el juez con función control de garantías del municipio de El Espino, en ese departamento, al acoger la petición del ente acusador.
Integrantes de la Policía departamental capturaron al hombre este 9 de septiembre, mediante orden judicial, después de que la investigación liderada por un fiscal seccional de Boyacá permitiera inferir que el menor venía siendo agredido físicamente, al parecer, por el hoy procesado desde hacía un mes. Además, de acuerdo con el dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal, la muerte del menor se produjo por múltiples lesiones en el cuerpo.
En las primeras versiones dadas el día de los hechos por la progenitora del pequeño a los médicos, en el centro asistencial del municipio boyacense El Espino, habría señalado que mientras ella no se encontraba en la casa, su hijo al parecer se cayó por las escaleras cuando jugaba con una pelota. Ante la gravedad las lesiones el infante fue remitido al Hospital del Municipio de El Cocuy, pero llegó sin signos vitales.
En las indagaciones adelantadas se estableció que las escaleras por la que supuestamente se había caído el niño solo tenían una altura de 84 cm., asimismo que el menor presentaba ruptura de uno de los huesos de un brazo desde su nacimiento por lo que tenía un defecto físico que su padrastro trataba de corregir amarrándolo a una silla.
En su declaración, la madre del menor confirmó que su compañero sentimental agredía al niño, pues según el hombre, no le gustaba que el niño llorara. También narró cómo el procesado consumía alucinógenos frente a su hijo.
Cabe resaltar que el investigado fue condenado en 2004 y 2006 por los delitos de lesiones personales y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
Pese al testimonio de la progenitora, el juzgado ordenó la compulsa de copias a la Fiscalía para que sean investigadas las actuaciones de la mujer de 24 años, por las lesiones que le fueron infringidas al infante antes de su fallecimiento.
Estos resultados obedecen a los lineamientos trazados por el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa Delgado, de priorizar las investigaciones por delitos que atenten contra la integridad de niñas, niños y adolescentes, con el fin de garantizar la protección de sus derechos.
La Fiscalía hace pública esta información por razones de interés general.
MRB/DLBM