La Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional incautaron 120 propiedades y cerca de 1.000 semovientes, entre bovinos, equinos y porcinos al Clan del Golfo, al entorno familiar de los hermanos Castaño Gil y a la estructura criminal Cordillera, en ocho departamentos del país. Los bienes ocupados ascenderían a $120.000’000.000.
Las finanzas ilegales de las estructuras criminales que durante años se han lucrado del narcotráfico, la extorsión, los homicidios, entre otros delitos, fueron afectadas gracias a la articulación de esfuerzos de la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, que realizaron diligencias simultaneas de incautación de bienes en Antioquia, Tolima, Norte de Santander, Valle del Cauca, Córdoba, Risaralda, Magdalena y Bogotá.
La Dirección Especializada de Extinción de Dominio de la Fiscalía impuso medidas cautelares sobre 120 propiedades y cerca de 1.000 semovientes entre porcinos, bovinos y equinos, de los que se demostró su origen ilícito y estarían a nombre de testaferros y familiares de cabecillas del Clan del Golfo, la estructura criminal Cordillera y los hermanos Castaño Gil.
Los bienes avaluados en $120.000’000.000, fueron incautados por personal de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional (DIJIN), y quedarán a disposición de la Sociedad de Activos Especiales (SAE).
Golpe a la Cordillera
Fueron cinco años en los Jhon Jairo Jaramillo Sánchez, alias Meme, uno de los máximos cabecillas de la estructura criminal Cordillera en el Eje Cafetero y norte de Valle del Cauca, habría intentado esconder sus bienes, sociedades e inversiones.
El 5 de noviembre de 2015, alias Meme murió en un denominado ajuste de cuentas, en el que hombres armados llegaron hasta el condominio en el que vivía en la vereda El Tigre, en zona rural de Pereira (Risaralda), y le propinaron varios disparos. Desde ese momento, la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional intensificaron las labores para detectar el patrimonio del señalado delincuente y descubrieron que estaba a nombre de su más cercano núcleo familiar y un grupo de conocidos.
Los investigadores identificaron 43 propiedades que alias Meme, presuntamente, adquirió con los dineros que la Cordillera percibía por el tráfico de drogas y que servían para dar apariencia de legalidad a los recursos ilegales de los distintos cabecillas de la organización.
Los bienes que ascenderían a $45.000’000.000 fueron ocupados en diligencias cumplidas en Medellín (Antioquia), Pereira (Risaralda) y Santa Marta (Magdalena). Hay 32 inmuebles como apartamentos lujosos con sus respectivos parqueaderos y depósitos en sectores exclusivos de Medellín, siete vehículos, tres sociedades y un establecimiento comercial.
Sobresalen dos hoteles, el Palma Blanca del Mar ubicado en el sector de El Rodadero, en Santa Marta; y otro localizado en el barrio El Poblado, en el suroriente de Medellín. Además, fueron afectadas dos estaciones de servicio que funcionaban en la Autopista del Café, entre Pereira y Armenia, y la sociedad Sky Plus Medellín S.A.S., cuya sede principal está avaluada en $800.000.000.
El emporio de Inglaterra y sus colaboradores
La neutralización de Luis Orlando Padierna Peña, alias Inglaterra, uno de los cinco cabecillas principales del Clan del Golfo, en Chinácota (Norte de Santander), en noviembre de 2017, puso al descubierto una red de corrupción que facilitaba los traslados del señalado delincuente, suministraba armamento y víveres, y compraba propiedades para legalizar los activos ilícitos de la estructura criminal.
El mayor Héctor Fabio Murillo, quien en su momento hacía parte de la Policía Nacional, integraba ese grupo de colaboradores, por lo que fue capturado y está condenado por los delitos de concierto para delinquir y prevaricato por omisión. El proceso contra el oficial develó un número importante de bienes que estarían a su nombre y habrían sido adquiridos con los dineros que alias Inglaterra le entregó por su ayuda o le confió para que fueran invertidos en diversos negocios.
Esos bienes y otros en los que figurarían como dueños familiares y subalternos de alias Inglaterra, fueron identificados y afectados con medias cautelares de extinción de dominio que impuso la Fiscalía. Son 42 inmuebles, 9 vehículos, 4 establecimientos comerciales, una sociedad y algo más de 400 semovientes, los cuales fueron incautados por la Dijin de la Policía Nacional y su valor comercial superaría los $50.000’000.000.
Los procedimientos se cumplieron en Medellín, Jericó, Sabaneta, San Luis, Carepa, Necoclí, Dabeiba, Guarne, San Jerónimo, Sopetrán y Chigorodó (Antioquia); Ibagué y San Luis (Tolima); Cúcuta y Chinácota (Norte de Santander); y Guacarí (Valle del Cauca).
Llaman la atención dos fincas en Antioquia, una llamada El Paraíso, ubicada en San Jerónimo, en la que alias Inglaterra organizaba reuniones familiares y celebraciones personales; otra denominada El Encanto, localizada en Jericó, y que habría sido utilizada por el cabecilla del Clan del Golfo para almacenar dinero y armas, y en la que supuestamente se cometieron algunos homicidios. Estos dos predios estarían avaluados en $5.500’000.000 y, de acuerdo con los testimonios recibidos, fueron administrados por el capturado mayor Héctor Fabio Murillo, quien presuntamente montó un criadero de cerdos.
Otras propiedades rurales y sociedades aparecían en las oficinas de instrumentos públicos a nombre de los familiares de Inglaterra, tenían extensiones superiores a las 100 hectáreas y no generaban ninguna ganancia comercial; sin embargo, se mantenían al día y hacían parte del elevado patrimonio de personas que no realizaban actividad económica, por lo que se presume que se sostenían con recursos ilícitos.
Finalmente, fue identificado un grupo de fincas en Norte de Santander, en las que alias Inglaterra se movió días antes de su muerte, y fueron tituladas a supuestos testaferros y subalternos suyos, que se dedicaban al contrabando de combustible y de ganado.
La herencia ilegal de los Castaño Gil
La Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional continúan con el rastreo de los bienes que los hermanos Fidel, Vicente y Carlos Castaño Gil, fundadores y jefes de las extintas autodefensas en Urabá y Córdoba, dejaron en manos de familiares y amigos.
21 inmuebles, cerca de 600 bovinos y 18 equinos fueron incautados como consecuencia de las medidas cautelares impuestas con fines de extinción de dominio. Los bienes, avaluados en $25.000’000.000, están ubicados en Segovia, San Pedro de Urabá, Arboletes y Amalfi (Antioquia); Tierra Alta y Montería (Córdoba); y Bogotá
Al parecer, muchas de estas propiedades harían parte de ese denominado anillo de fincas que desde sus orígenes los grupos de autodefensas empezaron a adquirir o les arrebataron a los pobladores de Córdoba y Urabá. Las hectáreas de tierra fueron unidas y habrían sido utilizadas como campos de entrenamiento armado o para ocultar las evidencias de los crímenes que cometieron estas organizaciones en la región.
Una parte importante de los predios rurales fue obtenida desde inicios de la década de los ochenta por Fidel Antonio, el mayor de los hermanos Castaño Gil; otros bienes aparecieron años después en el patrimonio de Vicente Castaño; y cerca de 13 propiedades en Bogotá, Córdoba y Antioquia, y varias cabezas de ganado, estaban a nombre del más cercano círculo familiar de Carlos Castaño, conformado por personas jóvenes sin ninguna tradición económica, que presuntamente compraron estos bienes a otros integrantes de la familia y supuestamente los pagaron de contado.