Cuando una familia ya recupera a ese cuerpo, sin importar que está muerto lamentablemente, puede de alguna forma empezar un proceso de duelo y hay un descanso.
Mi nombre es Diego Alejandro Casallas Fernández, soy antropólogo especialista en antropología forense. En la Fiscalía llevo aproximadamente 17-18 años.
Esa es como la principal motivación que yo tengo: darle una respuesta a esas personas que llevan muchos años pues tratando de primero ubicar a su familiar, y segundo tratar de entender qué fue lo que pasó, por qué esos familiares desaparecieron, cómo desaparecieron, y pues obviamente lograr su identificación en contextos muy difíciles.
El proceso de identificación surge desde el momento mismo de la investigación de un caso de desaparición. Es por eso que nosotros trabajamos muy de la mano con los equipos de fiscales, de investigadores y pues obviamente con nuestros equipos tecnocientíficos.
Nos desplazamos al campo, generalmente son sitios en campo abierto, son sitios rurales, son sitios alejados. Una vez estamos en los lugares nos dedicamos a hacer las búsquedas, que nosotros técnicamente los llamamos prospecciones, prospectar es buscar de una forma ordenada, sistemática, para poder dar con los lugares de exhumación.
Exhumación es ya la labor que nosotros hacemos para recuperar para recuperar no solamente ese cuerpo que estamos buscando, sino todos los elementos que hay alrededor de ese cuerpo que se convierten en determinado momento en evidencia.
Una vez que se hace la recuperación de ese cuerpo, de todos sus elementos y toda esta información, los cuerpos son traídos a los laboratorios. Acá en la entidad, acá en Fiscalía, en CTI solo traemos cuerpos en estado de esqueletización, no tenemos las condiciones físicas para traer cuerpos en descomposición.
Una vez que los traemos acá el cuerpo inicia con su proceso de análisis. En el proceso de análisis intervienen tres disciplinas: antropología, medicina y odontología.
Entonces, el antropólogo va a extraer información relacionada con el sexo de esa persona al momento de su muerte, el rango de edad en el que se podía encontrar esa persona al momento de su muerte, la estatura que podía tener esa persona, características físicas que nosotros logremos extraer, que nosotros llamamos características individualizantes, pues que son propias de cada persona. Y también información relacionada con el proceso de muerte de esta persona, cómo pudo haber muerto esta persona, de qué manera, y características morfológicas de esta persona de su rostro, que nos puedan servir también para guiar esa identificación.
El médico se va a encargar entonces de extraer información relacionada con la manera, causa o mecanismo de muerte. Ellos son los encargados de diagnosticar en este caso como murió esta persona.
Y en odontología se encargan de rescatar toda la información que hay en la boca, en los dientes, porque también hay una forma de identificar cadáveres a partir del cotejo dental.
Y muchos familiares nos lo han expresado cuando estamos en esas ceremonias de entrega, nos dicen es muy duro recibirlo así pero lo estoy recibiendo.
Estamos colaborando con esa justicia, con ese proceso de reparación, con ese proceso de búsqueda de la memoria, para que este tipo de cosas no se sigan repitiendo o no se repitan a futuro.