La Fiscalía se transforma y evoluciona para enfrentar la nuevas amenazas que plantea la criminalidad. La persecución de los criptoactivos es uno de los enfoques investigativos que se ha fortalecido para detectar las diferentes maniobras virtuales utilizadas para ocultar millonarios patrimonios, lograr su ubicación y la judicialización de los responsables. Aquí te contamos un poco sobre esta estrategia.
La delincuencia se adapta constantemente a los avances tecnológicos, y uno de los cambios más notorios en los últimos años ha sido la manera en que los grupos criminales mueven su dinero. Hoy en día, ya no necesitan transportar grandes sumas en efectivo o esconder billetes en maletas. El uso de criptomonedas les permite gestionar sus finanzas ilícitas directamente desde un dispositivo móvil.
William Andrés Tobón Ospina, técnico investigador III del grupo de criptoactivos de la Delegada para las Finanzas Criminales, explicó que, aunque este tipo de tecnología ofrece facilidades a los criminales, también deja rastros digitales que son clave para las investigaciones.
“Todo lo que tiene que ver con movimiento de dinero deja trazabilidad. Aunque utilicen estas aplicaciones, las transacciones generan un rastro que va de dirección en dirección”, señaló Tobón.
Ante este panorama, la Fiscalía General de la Nación ha intensificado su lucha contra la ciberdelincuencia. Uno de los pasos más importantes en este esfuerzo ha sido la creación de la Guía de Adopción de Medidas Cautelares con Fines de Comiso y Extinción para Criptoactivos o Monedas Virtuales.
Esta herramienta estratégica permite actuar de forma más eficaz frente al uso de criptoactivos en actividades ilícitas. “Es fundamental identificar desde el inicio a los actores involucrados en estas estructuras criminales, especialmente a quienes controlan o manipulan las billeteras virtuales y los dispositivos donde estas se alojan”, agregó el investigador.