La Fiscalía General de la Nación está revolucionando su capacidad operativa gracias a la implementación de las más avanzadas tecnologías de inteligencia artificial. En un esfuerzo por responder al desafío que supone procesar enormes volúmenes de información, la Entidad ha adoptado herramientas que no solo mejoran la eficiencia, sino que también transforman la manera en que se analizan los datos.

El Proyecto Think, pieza clave de esta innovación, lleva dos años en desarrollo y ha marcado un antes y un después en el procesamiento de información en la Fiscalía. Su propósito principal es aumentar la eficacia en el análisis y recolección de datos, permitiendo procesarlos con una rapidez y precisión sin precedentes.

Transformación tecnológica: de días a segundos

Una de las problemáticas que enfrenta la Fiscalía es el procesamiento de la gran cantidad de datos que ingresaban día a día. Anteriormente, procesar y estandarizar información exógena podía tomar entre 30 y 40 días. Hoy, gracias al uso de algoritmos avanzados de inteligencia artificial, ese mismo proceso se realiza en segundos.

William Lizarazo, funcionario que lidera el proyecto, asegura “lo que antes nos tomaba meses, ahora lo hacemos en días. Es un salto cualitativo y cuantitativo que mejora significativamente nuestros resultados”.

Análisis de datos complejos: audios, videos e imágenes

El proyecto también se enfoca en manejar datos no estructurados, como audios, videos e imágenes, que son procesados mediante herramientas de inteligencia artificial. Esto ha permitido una mejora notable en el relacionamiento y análisis de información de alto valor, como la asociatividad de casos y delitos.

Un caso emblemático que ilustra esta evolución tecnológica fue el análisis de 15.000 llamadas telefónicas relacionadas con una investigación sobre migrantes. Gracias a las transcripciones automatizadas, se pudo extraer información crucial que facilitó la emisión de órdenes de captura y permitió el éxito del caso.

Georreferenciación y análisis criminal

La inteligencia artificial también se aplica en la georreferenciación de delitos. Herramientas especializadas permiten filtrar datos y asociarlos con grupos armados organizados, como el “Clan del Golfo” o “Los Pelusos”. Esto ha sido clave para identificar patrones delictivos en regiones, departamentos y municipios específicos, y para comprender mejor la dinámica del crimen organizado.

Impacto en la justicia y en las víctimas

El impacto de estas tecnologías no solo se mide en términos de eficacia operativa, sino también en su contribución a reducir la revictimización de quienes participan en los procesos penales. Estas metodologías nos permiten acelerar los procesos y garantizar resultados más rápidos y certeros, minimizando el impacto emocional sobre las víctimas.

Con esta apuesta tecnológica, la Fiscalía General de la Nación no solo lidera el uso de inteligencia artificial en el ámbito judicial, sino que establece un modelo para instituciones en todo el mundo que buscan mejorar su capacidad de respuesta y eficiencia en la lucha contra el crimen.