En nuestro entrenamiento, lo que nosotros buscamos con ellos es que sea agradable para ellos, que todo se base en un juego, mediante unos estímulos. Lo que nosotros buscamos es que el perro llegue a una sustancia u objeto, que la identifiquen, que nos generen una respuesta y así mismo ellos reciban una recompensa.
Mi nombre es Wilmer Mejía Escobar, funcionario del CTI de la Fiscalía General de la Nación. Llevo 17 años laborando en la entidad, de los cuales 16 años dedicado en el Grupo Soporte Canino del Cuerpo Técnico de Investigación.
En el entrenamiento de búsqueda lo que hacemos es direccionar nuestros caninos hasta ciertos objetos o lugares para que ellos hagan una revisión con su olfato. Aquí ellos lo que nos muestran es darnos una respuesta o generarnos una alerta, la cual debemos identificar como guías caninos, para saber si hay o no hay alguna sustancia a los cuales se les ha asociado un olor.
Ellos se entrenan mediante su olfato-olor, que olfateen una sustancia y reciban una recompensa, que en este caso puede ser una toalla envuelta, una pelota, puede ser comida, pueden ser galletas. Lo que buscamos es ese motivador que les guste a nuestros caninos.
Nunca les damos a consumir ninguna de las sustancias a nuestros perros porque pueden generarles alteraciones, problemas o hasta causar la muerte, (quitar palabras intermedias) ya que todas estas sustancias son químicos.
He tenido la posibilidad de pensionar cinco perros, de los cuales siempre han sido de especialidades como son de búsqueda de restos humanos, explosivos y narcóticos.
Uno de esos cachorros fue Jack, es un perro de raza jack russel. Fue un perrito que se adiestró para la búsqueda y localización de restos humanos, con el cual compartimos en trabajo poco tiempo, pero fue una experiencia muy particular con él.
Jack es un perrito que salió de la entidad pensionado. Él se quedó en mi familia, quedó con mi hermana y mis sobrinas, es la compañía de mis sobrinas a diario, es el amor de la casa.
Tokio es una canina de raza pastor belga malinois.
Del criadero acá a la entidad llegó de 8 meses de edad. Desde ahí me la asignaron. Con ella hemos venido trabajando la especialidad de búsqueda y detección de sustancias explosivas. Ha sido una perrita muy tranquila, como la ven cariñosa ella siempre.
Actualmente, para los procesos de selección de nuestros caninos en la entidad se hacen unas contrataciones con unos criaderos, donde se realizan unas evaluaciones específicas.
Después de aplicar las pruebas de selección a nuestros caninos lo que hacemos es traerlos a la entidad y acostumbrar a nuestros perros al tipo de búsqueda que queremos o a lo que queremos realizar con ellos.
Sin importar cuál sea la especialidad de nuestros caninos, ya sea para la búsqueda de restos humanos, estupefacientes, explosivos o divisas, lo que hacemos a diario es reentrenar a nuestros perros, reentrenar nuestros caninos realizando ejercicios de detección, de obediencia, compartir con ellos. Interactuar día tras día con ellos nos ayuda a elevar nuestro nivel de entrenamiento con el perro, nuestra capacidad de que el perro llegue siempre a identificar cada sustancia.
Nuestros caninos en la entidad lo que tienen son unos equipos de protección tanto para el trabajo, como son su chaleco, un arnés de identificación con agarraderas fuertes y resistentes para poder alzar nuestros caninos.
También tienen unas gafas de protección visual, lo que genera esto es un ángulo de protección a nuestros caninos más grande, ya que evita cualquier esquirla, de que el perro se vaya a lastimar sus ojos al momento de hacer alguna revisión o realizar alguna labor.