La Fiscalía General de la Nación, a través de la Unidad Regional Antinarcóticos del Caribe, capturó a nueve presuntos integrantes de esta organización delincuencial señalada de instrumentalizar menores de edad para el transporte de estupefacientes y utilizar casa de familia como expendios.

Gracias a las labores investigativas desplegadas contra el tráfico local de drogas en entornos educativos, la Fiscalía General de la Nación, con el apoyo del  Ejército Nacional desarticuló la estructura delincuencial conocida como ‘El Taco de la Mona’, el más importante golpe contra las estructuras dedicadas a la venta de estupefacientes al menudeo en el suroccidente de Barranquilla (Atlántico).

Durante varias semanas, un grupo de investigadores del CTI adscritos a la Unidad Regional Antinarcóticos (URA) Caribe de la Fiscalía, se infiltró en corazón de la organización ilegal, conoció sus rutinas y maniobras ilícitas para intentar engañar a las autoridades, como el uso de casas de familia para almacenar y agrupar las sustancias ilícitas, instrumentalizar menores de edad para transportar o entregar las dosis, y ocupar parques y lugares cercanos a los colegios del barrio El Bosque.

Al conocer la cotidianidad de la organización delincuencial, los funcionarios también identificaron a todos los presuntos integrantes, entre ellos, la cabecilla y un patrullero de la Policía Nacional, este último señalado de compartir información privilegiada sobre operativos o puntos de control.

Con información suficiente, el fiscal de conocimiento obtuvo las respectivas órdenes judiciales y avaló el desarrollo de la operación Fénix, en la que fueron capturadas siete personas, seis por orden judicial y una más en flagrancia, que harían parte de ‘El Taco de la Mona’.

En las diligencias se llegó a un inmueble conocido como ‘La Caleta del Beta’, considerado uno de los mayores centros de acopio de marihuana en Barranquilla.

Los implicados

Entre los presuntos integrantes de ‘El Taco de la Mona’ detenidos están:

  • Loraine Mari Ramos Fontalvo, alias La Mona, y supuesta líder de la organización.
  • Elsa Ramos Fontalvo, alias Elsa, hermana de la cabecilla de la organización sindicada de vender los estupefacientes y manejar la parte financiera.
  • Édgar Alexander Barrios Navarro, alias Alex, quien estaría a cargo de una de las caletas, además de manejar las rentas iliciticas obtenidas por la organización delincuencial y alertar sobre los movimientos de otras estructuras de microtráfico o de las mismas autoridades.
  • Edwin Anibal Bovea Garces, alias Flaco, expendedor.
  • Luis Carlos Angulo Donado, alias Cachaco, expendedor.
  • María Alejandra León silva alias María.
  • Denny María Anaya Castro, alias Denis, expendedora caleta El Beta.
  • Pedro José Navarro Castillo, patrullero  de la Policía Nacional conocido con el alias de “el del camión”.
  • Piedad Angulo Donado (flagrancia) expendedora.

El material probatorio recopilado permitió establecer que Lorayne María Ramos Fontalvo, alias La Mona o La Patrona, sería la cabecilla encargada de coordinar las operaciones de dosificación, camuflaje y venta de sustancias como marihuana y cocaína.

A los implicados la Fiscalía les imputará cargos por presuntos responsables de los delitos de concierto para delinquir agravado, tráfico, fabricación o porte de estupefacientes,  destinación ilícita de muebles o inmuebles, cohecho impropio, cohecho por dar u ofrecer y uso de menores para comisión de delitos.

Modus operandi

Los testimonios recopilados en el sector dan cuenta de cómo los implicados llevarían más de cuatro años lucrándose con la venta de sustancias ilegales que eran almacenados en dos inmuebles del barrio El Bosque.

Hasta esas viviendas, que aparentaban ser casas de familia, llegaban los expendedores para aprovisionarse de la “mercancía” que era vendida en el sector y en los entornos educativos. De esta manera, la estructura criminal mantenía el consumo ilegal o incentivaba el mismo aprovechando la dependencia de consumidores habituales o la llegada de nuevos clientes, muchos de ellos niños, niñas y adolescentes.

Durante cuatro años la organización comercializó drogas y se convirtió en un foco de inseguridad que afectó la tranquilidad de 22.208 habitantes del suroccidente de Barranquilla.

Esta es la primera gran operación prevista en Barranquilla y que sirve como preámbulo para garantizar la seguridad durante los días de carnaval. Asimismo, reafirma la estrategia de lucha frontal contra todos los componentes vinculados al tráfico de drogas que en 2018 permitió capturar 835 personas e intervenir 159 colegios, 30 universidades y 5 institutos.

La Fiscalía publica esta información por considerarla de carácter general.