Un juez Penal de Menores, en Tuluá (Valle del Cauca), envió a un centro especial de internamiento a tres adolescentes que harían parte de una organización delincuencial denominada los Chinga, dedicada al cobro de extorsiones en el barrio Buenos Aires y circunvecinos.

De acuerdo con las investigaciones de la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes de la Fiscalía Seccional y el Gaula de la Policía, los menores intimidaban a estudiantes de diferentes colegios con armas cortopunzantes y amenazas de hurto. Asimismo, se conoció que el presunto cabecilla de la estructura sería alias Ratón, quien realizaba llamadas extorsivas a jóvenes del sector y les exigía entre $10.000 y $100.000.

La captura de los Chinga fue posible gracias a la denuncia interpuesta por la mamá de un estudiante, a quien los dos jóvenes intimidaron con una navaja y un destornillador, y le pidieron $20.000. Para evitar que la víctima huyera, le quitaron la bicicleta en la que se movilizaba y le dijeron que se la devolverían cuando regresara con el dinero.

En las audiencias de control de garantías, el ente investigador imputó a los tres menores de edad como presuntos coautores responsables del delito de extorsión.

JGPV/JARG