En audiencias concentradas, 15 supuestos integrantes de una banda delincuencial del municipio de Soacha (Cundinamarca), fueron cobijados con medida de aseguramiento por los delitos de concierto para delinquir; homicidio agravado; fabricación, tráfico o porte de armas; tráfico, fabricación y porte de estupefacientes y acceso carnal violento.

Por fuente humana se conoció que existía una organización criminal que delinquía en la comuna Cazucá del municipio de Soacha y que tenía el monopolio de la comercialización de sustancias estupefacientes.

Se estableció que la banda está compuesta por alias el Jefe o el Patrón, quien se encarga de expandir el comercio ilegal de sustancias como bazuco o perico, y aporta el dinero para lograr la apropiación de los sectores. Por otra parte, está el “Administrador de la Empresa Criminal”, quien recolecta el dinero producido en cada punto de distribución.

En cada sector existe un “líder”, quien consigue los jíbaros o dealers, quienes son los vendedores que siempre portan cantidades menores, para que al momento de ser requisados puedan excusarse como consumidores.

También se determinó que la organización criminal utiliza menores de edad, a quienes llaman “carritos”, encargados de realizar los domicilios.

Según se conoció, si a la zona llega un distribuidor que no hace parte de la organización, le permiten vender las sustancias, siempre y cuando la droga sea de la banda; pero en caso de no seguir la advertencia es asesinado por los denominados “gatilleros”, los cuales, también atacan a los jíbaros y “carritos”, si no entregan el dinero de la distribución; razón a la que se le atribuye el incremento de homicidio de menores de edad en ese sector.

Las capturas de los indiciados fueron materializadas durante ocho diligencias de allanamiento, en las cuales se incautaron dos revólveres, 560 gramos de marihuana empacada en dosis personal, 5 radios de comunicación, 9 celulares, 11 cartuchos calibre 5.52 para fusil Galil, 300 gramos de bazuco, 167 mil pesos en efectivo y una pistola de balines.

Al término de las diligencias ante el juez de garantías, ninguno de los procesados aceptó cargos y fueron cobijados con medida de aseguramiento intramuros en las cárceles Modelo y Buen Pastor de Bogotá.

 

LMFO/DLBM