Pruebas técnicas, científicas y testimoniales aportadas por la Fiscalía permitieron al Juzgado 22 Penal del Circuito de Medellín condenar al soldado Duván Antonio Ramírez Agudelo a 30 años de prisión, por la muerte de una menor de 16 años, presentada como muerta en combate.

En la madrugada del 26 de septiembre de 2004, tropas del Batallón Pedro Justo Berrío de la IV Brigada del Ejército Nacional reportaron la muerte de una supuesta integrante de un grupo de autodefensas durante un enfrentamiento en el Barrio Olaya ubicado en la Comuna 13 de Medellín.

Aproximadamente a 10 metros de su cadáver fue encontrada una pistola calibre 7.65 y a su alrededor vainillas calibre 9mm, así como un bolso con dos granadas de fragmentación y un pantalón camuflado.

De acuerdo con la versión del Ejército Nacional, la menor falleció cuando atacó en compañía de otras personas a las tropas que adelantaban labores de inteligencia en el sector; sin embargo la Fiscalía determinó que no existió tal enfrentamiento y que los disparos de fusil que causaron su muerte se produjeron a menos de un metro de distancia.

Mediante pruebas la prueba de absorción atómica practicada a la víctima, y realizada en un laboratorio especializado, se determinó que la joven no disparó en ningún momento como quedó registrado en la versión oficial.

Por los mismos hechos ya había sido condenado a cuatro años de prisión el cabo tercero Denis Fahnery Garrido Tarache, por el delito de encubrimiento por favorecimiento, pues de acuerdo con la investigación el suboficial trató de desviar la investigación.

Ambos procesados se encuentran recluidos en una guarnición militar de Antioquia.