En el marco de la reunión anual del PAcCTO 2.0, la Fiscal General de la Nación resaltó los modelos de investigación implementados en Colombia y en articulación con otros países para afectar las economías ilícitas asociadas a la criminalidad organizada.

En la imagen se observa un auditorio lleno de funcionarios y representantes de distintos países, todos sentados y atentos a una presentación durante un evento oficial. En primera fila, se encuentra la fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo Garzón. La fotografía fue tomada durante su participación en la reunión anual del Programa de Asistencia de la Unión Europea para fortalecer la lucha contra el crimen organizado en América Latina y el Caribe (El PacCTo 2.0), que tuvo lugar en Lima, Perú.
La fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo Garzón, participó en la reunión anual del programa El PacCTo 2.0, donde hizo un llamado contundente a fortalecer el trabajo transnacional y las capacidades investigativas para desarticular el crimen organizado desde su raíz: las finanzas ilícitas.

La fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo Garzón, participó en la reunión anual del Programa de Asistencia de la Unión Europea para fortalecer la Lucha contra el Crimen Organizado en América Latina y el Caribe (El PacCTo 2.0), realizada en Lima (Perú), donde recalcó la necesidad de fortalecer las capacidades investigativas y el trabajo transnacional para identificar y afectar el músculo financiero que alimenta la criminalidad organizada y la corrupción.

“No hay crimen organizado que pueda subsistir sin tener un componente de corrupción porque siempre se buscará cómo ingresar al aparato judicial o al aparato administrativo para poder realizar esa economía ilegal. No hay cómo atacarlo, si no se fortalece la institucionalidad”, señaló la alta funcionaria.

Durante su intervención en el panel ‘Defensa de la legalidad y los valores democráticos frente al crimen organizado’, indicó que el trabajo de rastreo de activos y persecución penal exige articulación con otras entidades que impulsan acciones desde la Política Criminal en materia de contención y control administrativo.

“El crimen organizado y la corrupción actúan de la mano, no como fenómenos aislados. Como lección aprendida, sabemos que hay que trabajar de manera proactiva contra la corrupción, no esperar a que tengamos una denuncia sobre un agente corrupto”, enfatizó.

En esa línea, señaló que las acciones efectivas de desarticulación de la criminalidad organizada requieren una labor paralela de afectación de sus finanzas y patrimonios ilícitos.

“El tema de finanzas criminales hay que incluirlo no al final para perseguir la renta criminal, sino al principio, cuando empezamos a investigar una conducta asociada al crimen organizado. Cuál es el músculo financiero que demanda esa actividad y de dónde vienen los recursos que permiten realizarla (…) si podemos controlar esas económicas que alimentan desde el inicio las actividades ilegales podemos afectar seriamente al crimen organizado”, concluyó la fiscal general de la Nación en su intervención en Lima.

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