Una juez penal municipal de Bogotá con función de control de garantías envió a la cárcel a los agentes de policía Jhon Jairo Mosquera Rentería, Robinson Junior Bermúdez Sossa y  Jefferson  Andrés Barragán Virguéz, uniformados que prestaban sus servicios al cuadrante 25 del barrio San Luis, en el centro de la capital del país.

La juez en su decisión consideró que los tres agentes son un peligro para la comunidad, dado que se aprovecharon de su calidad de policías para obrar por fuera de la ley y los parámetros establecidos.

Los tres uniformados serían los presuntos responsables de los delitos de concusión y privación ilegal de la libertad, punibles que no aceptaron.

Indicó la fiscal que el pasado 2 de mayo, hacia las dos y media de la madrugada, el ciudadano Israelí, Ophir Efrain Bakal, se hallaba en un sector de chapinero después de tomar algunos tragos y de un momento a otro dos uniformados que se movilizaban en motocicleta le llamaron la atención por presuntamente estar haciendo escándalo en vía pública.

Con extrañeza el ciudadano extranjero se preguntó por qué razón los dos agentes le estaban cobrando una multa, exigencia que fue rechazada desde un principio.

Luego de varios minutos los policías lo trasladaron al CAI de San Luis, donde bajo amenazas con arma de fuego le hicieron entregar 400 mil pesos que llevaba en sus bolsillos.

En el CAI, junto con otro uniformado, le exigieron que debía sacar plata del cajero, para lo cual lo montaron en una motocicleta con placa particular y conducida por otro policía, el cual lo llevó contra su voluntad hasta dos cajeros de donde saco más dinero, del cual se apoderaron los uniformados.

Los agentes dejaron en libertad a su víctima, quien por sugerencia de un compañero, formuló la denuncia en la URI de Puente Aranda.

El ciudadano Israelí, quien es ingeniero y se encuentra laborando para una compañía transnacional, vive en Bogotá desde hace algunos meses.

En desarrollo de la audiencia pública, otro uniformado a quien se le imputó los mismos delitos que a los otros policiales, fue dejado en libertad, pero seguirá vinculado al proceso.

Al final, tras casi 12 horas de audiencia la juez decidió enviar a los tres agentes a la cárcel La Picota, luego de conocer que estos tenían más de 10 anotaciones de mala conducta en actuaciones con la ciudadanía.

 

ANM/DLBM