Luego de aceptar los cargos que la Fiscalía les endilgó por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, Claudia Marcela Jiménez Torres y Andrea Ortíz Jiménez, madre e hija respectivamente, fueron cobijadas con medida de aseguramiento intramuros por el Juzgado 7 Penal Municipal de Bogotá, con función de control de garantías.

La decisión se deriva de la investigación adelantada por un fiscal de la Dirección Nacional  Especializada Antinarcóticos y Lavado de Activos, en la que se estableció que el 17 de agosto de 2013 en un puesto de control efectuado por parte de la Policía Nacional, al momento de realizar la inspección a un vehículo de carga se realizó el hallazgo de 61 kilogramos de clorhidrato de cocaína.

En esa oportunidad fue capturado el conductor, identificado como Ricardo Sánchez Molina, quien trasladaba la sustancia camuflada entre un cargamento de bananos, desde el eje cafetero hacia Bogotá.

A raíz de estos hechos y al parecer por la incautación de la sustancia estupefaciente se cometieron varios homicidios entre ellos los de Karen Tatiana Beltrán Ossa, Yuly Cruz Aristizabal, Hedson Johan Daza Patiño, Hernando Rubiano Herrera y Dayron Otoniel Maya Guerra.

Tras dos años de actividades investigativas como interceptaciones telefónicas, búsquedas selectivas en bases de datos, vigilancia y seguimiento a personas, inspecciones a lugares se logró determinar que las hoy aseguradas, serían las personas que coordinaban diferentes envíos de cocaína entre ellos el ocurrido el 17 de agosto de 2013, así como las autoras intelectuales de los homicidios de Karen Tatiana Beltrán Ossa y Yuly Cruz Aristizabal.

Al parecer, víctimas y victimarias eran amigas; no obstante posterior a la incautación de la droga en el cargamento de bananos, las procesadas creyeron haber sido delatadas por sus conocidas, por lo que habrían optado por contratar sicarios para ultimarlas.

 

 

DLBM