A la máxima pena prevista en el sistema penal acusatorio, 60 años de cárcel y multa 3.060 salarios mínimos legales mensuales vigentes por un concurso de ocho conductas punibles, fue condenado Álvaro Javier Bohórquez Meneses, alias Condorito o El Sapo, integrante de La Banda del Tigre que delinquía en municipios del Tolima.

La providencia proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Ibagué, con funciones de conocimiento, también afecta a Juan Carlos García Granada, alias El Tigre, cabecilla de la banda, y Faber Ernesto Meneses Verján, alias Bareto, quienes fueron sentenciados a 59 años y seis meses de prisión, y multa de tres mil salarios mínimos legales mensuales vigentes.

Entre los casos investigados, en los que la Fiscalía 7 Especializada demostró la participación de los hoy condenados, se encuentra el homicidio de los soldados profesionales Wilson Pérez Castañeda, Salim Eduardo Rodríguez Beltrán y Andrés Hermides Ramírez Vargas, adscritos a la Fuerza de Tareas Especiales del sur del Tolima, perpetrado por hombres armados el 30 de julio de 2010 en un establecimiento público de San José de La Hermosas, municipio de Chaparral (Tolima).

La Fiscalía estableció que los autores del triple crimen recibieron entre uno y dos millones de pesos del frente 21 de las Farc por cada uniformado asesinado.

Por ese hecho, y otros investigados por la Fiscalía, los procesados aceptaron su responsabilidad en los siguientes delitos: concierto para delinquir agravado, terrorismo, homicidio agravado, homicidio tentado agravado, hurto calificado agravado, fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones, fabricación, tráfico o porte de armas o municiones de uso privativo de las Fuerzas Militares agravado y utilización ilegal de uniformes e insignias.

Esas personas no obstante allanarse a cargos no obtuvieron ningún beneficio por lo contemplado en el Código Penal referente a los delitos de terrorismo y concierto para delinquir agravado.

Durante la audiencia, el juzgador absolvió a Amalia Granada por los delitos de tráfico, fabricación o porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares y utilización de uniformes e insignias. Otro de los procesados, Pedro Sánchez Méndez, alias Chiqui, continúa en juicio oral.

Todos los sentenciados están en la Cárcel Picaleña de la capital tolimense desde el 29 de agosto del año anterior, cuando fueron aprehendidos por servidores del CTI.