Ante el Juzgado 64 Penal Municipal de Bogotá,  con función de control de garantías, la Unidad de Vida de la Fiscalía imputó los delitos fabricación, tráfico, y porte de armas de fuego; falsedad ideológica en documento público; ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio, y falsedad con fines de homicidio en contra de dos coroneles de la Policía Nacional.

Los afectados con la medida son José Javier Vivas y Nelson Jesús Arévalo, quienes, de acuerdo con el fiscal del caso, habrían  participado en calidad de coautores en la alteración de la escena del crimen en  donde perdió la vida el grafitero Diego Felipe Becerra el 19 de agosto del 2011, quien recibió disparo del patrullero Wílmer Alarcón cuando, afirma este último, perseguía a Becerra tras un hurto en el barrio Pontevedra, al norte de Bogotá.

En la audiencia de formulación de imputación, que tardo más de 6 horas, el ente de investigación los sindicó de coparticipación criminal para facilitar la implantación o/y suministrar el  arma de fuego que apareció en la escena donde fue hallado sin vida el menor de edad. Agregó el fiscal del caso que dictámenes solicitados a la policía montada de Canadá y la policía alemana advierte que  el arma nunca fue detonada por la víctima.

En la misma diligencia judicial fue imputada la esposa del propietario de un vehículo de servicio público Nubia Mahecha,  por los delitos de falso testimonio y fraude procesal.

“La señora Mahecha aseguró bajo gravedad de juramento tan solo pocos días después de los hechos haber visto el hurto del producido de la buseta donde se transportaba; pero, de acuerdo con las pruebas, quería entorpecer las investigaciones como parte del pacto establecido para crearle un perfil criminal al menor.