Un fiscal de Derechos Humanos y DIH declaró crímenes de lesa humanidad los homicidios del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, y del ex ministro de la misma cartera Enrique Low Murtra, lo que les confiere el carácter de imprescriptibilidad de la acción penal.
De acuerdo con la decisión del fiscal esos crímenes hicieron parte de un plan sistemático y generalizado que desarrollaron grupos del narcotráfico, para eliminar a dirigentes políticos, periodistas y personajes de la vida nacional que desde sus diferentes ámbitos se opusieran al ilícito negocio.
El asesinato del ministro Lara Bonilla fue cometido el 30 de abril de 1984 en la calle 127 con carrera 41 de Bogotá, ciudad en la que exactamente siete años más tarde también fue ultimado el ex ministro y ex embajador Low Murtra a su salida de una céntrica universidad.
Igualmente, el fiscal reiteró la declaratoria de crímenes de lesa humanidad, hecha por una fiscal especializada de Medellín, para estos casos: secuestro de Andrés Pastrana Arango, 18 de enero de 1998; homicidio del procurador general de la Nación, Carlos Mauro Hoyos, 25 de enero de 1998; crimen del gobernador de Antioquia, Antonio Roldán Betancur, 3 de julio de 1989.
Otro tanto ocurrió con los siguientes procesos: Explosión del avión de Avianca, 27 de noviembre de 1989, donde perecieron más de 100 personas; atentado al DAS, 6 de diciembre de 1989,que costó la vida a 50 personas; secuestro y posterior muerte de Luz Marina Montoya, 17 de septiembre de 1990; secuestro de Maruja Pachón y Beatriz Villamizar, 8 de noviembre de 1990, y atentado al diario El Espectador, 2 de septiembre 1989.