En desarrollo de la Operación Troya Tayrona, miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), con apoyo de la Armada y el Ejército Nacional, hallaron en la cabina de una embarcación fondeada seis canecas que contenían aproximadamente 36 galones de cocaína diluida.
Por solicitud de un fiscal especializado de la Unidad Nacional Antinarcóticos e Interdicción Marítima (Unaim), la diligencia de allanamiento y registro se llevó a cabo en jurisdicción de la ciudad de Santa Marta (Magdalena), en un velero, de bandera americana con el distintivo Ariadne, que permanecía abandonado desde que declaró su arribo forzoso el pasado primero de agosto ante la Marina de esa ciudad.
Según lo establecido, la embarcación partió el 18 de julio de Cartagena a Barranquilla. Posteriormente el 28 de julio partió de Puerto Velero en la capital de Atlántico a Curazao y se declaró en emergencia llegando así a Santa Marta.
Durante el procedimiento las autoridades no efectuaron capturas, no obstante la Fiscalía investiga la procedencia de la embarcación.