También fueron capturadas otras dos personas por el CTI y la Sijín
Un compañero de trabajo sería el autor intelectual del homicidio de Luis Stevenson Muñoz, empleado de una embotelladora de Dosquebradas (Risaralda) quien el 19 de noviembre de 2016 fue asesinado con arma de fuego por robarle la suma de $7 millones cuando se encontraba dentro de la estación Villavicencio del Sistema Integrado de Transporte Masivo de la ciudad, Megabús.
El procesado, identificado como Rubiel López Chalarcá, fue detenido en la madrugada de ayer en un operativo realizado por la policía judicial CTI de la Fiscalía y la Sijín de la Policía. Durante las diligencias, efectuadas en Dosquebradas y Pereira, también fueron aprehendidos Yuli Alexandra Arango Morales, compañera sentimental y propietaria de la moto implicada en el ilícito, y Gustavo Adolfo Motato Cano, quien, conduciría el vehículo.
A este último la Fiscalía le imputó en calidad de determinador a título de dolo los delitos de homicidio agravado con fines de hurto, hurto calificado y agravado y porte ilegal de armas de fuego y municiones agravado; lo mismo sucedió con los otros dos, pero en calidad de coautores. Durante las audiencias de control de garantías, ninguno aceptó los cargos imputados por un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional.
La Fiscalía cuenta con el material probatorio suficiente y evidencia física para demostrar que ellos se unieron para urdir el plan que acabó con la vida de Muñoz cuando se dirigía a llevar el producido del día de la bodega que administraba, ubicada a unas cuantas cuadras de la estación, y a la que por fuerza mayor tuvo que ir ya que el compañero que siempre lo recogía para entregar el dinero en la fábrica no lo hizo; por eso tomaría un articulado.
Fue así como los procesados López Chalarcá, Motato Cano, Jhonier Alexánder López ─ya condenado por este hecho─, y Arango Morales, se habrían aprovechado para robar a la víctima.
Se evidencia en videos de cámaras de seguridad de la zona que desde tempranas horas de la tarde estuvieron vigilando la bodega hasta la hora en que se visualiza que Gustavo Adolfo Motato pasó en la moto sobre un puente peatonal de la Avenida Ferrocarril de la capital risaraldense hasta llegar a la estación, y posteriormente se marcha con el condenado quien huye luego de haberle disparado al hombre de 30 años.
Se conoció a través de interrogatorio presentado por López, luego de su captura en diciembre de 2016 en Cartagena (Bolívar), que la mujer fue quien lo ubicó a él y a Gustavo para que cometieran el delito que aparentemente sería solo el hurto; ella les informó que su esposo trabajaba en la embotelladora y que conocía todo el recorrido, cantidades de dinero a transportar y detalles relacionados con la actividad que ejercía la víctima fatal, y por ende, podían cometer el robo sin problema. Es más, se habló en su momento de otros posibles hurtos que más adelante podrían cumplir en otras bodegas de la misma empresa.
La Policía judicial descubrió conversaciones por WhatsApp entre Gustavo y Jhonier Alexánder López que los compromete. Se hallaron fotos en las playas de Cartagena del ya sentenciado por el crimen a 30 años, y de quien manejaba la motocicleta, con un fajo de billetes, entre otros.
Para sustentar la solicitud de medida de aseguramiento en centro carcelario, el representante de la Fiscalía señaló que todos podrían representar un peligro, particularmente para la pareja sentimental del occiso de quien se habla en una de las conversaciones halladas por los peritos. En dicho diálogo, se indaga sobre su lugar de residencia, y se lanzan palabras soeces en su contra, debido a que ella estaba ofreciendo una recompensa de $7 millones para dar con el paradero del responsable de la muerte su pareja.
Pese a esto la judicatura no le dictó ninguna medida privativa a Rubiel, mientras que los otros dos fueron afectados con medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.
PAA/KYBR