Ante un juzgado del circuito de conocimiento de Bogotá, la Subdirección Seccional de Fiscalías acusó formalmente al teniente coronel de la Policía Nacional John Harvy Peña Riveros y los subintendentes Nelson Giovanny Tovar Pineda y Fleiber Leandro Zarabanda Payán, dentro del proceso por la muerte del joven grafitero Diego Felipe Becerra.
Los hechos se relacionan con la modificación de la escena del crimen de Becerra el 19 de agosto de 2011 en el barrio Pontevedra, al norte de Bogotá, tras un impacto de bala que presuntamente le propinó el miembro de la Policía Nacional, Wilmer Alarcón.
El representante de la Unidad de Vida del ente acusador advirtió que el coronel Peña Riveros deberá responder por los delitos de fraude procesal en calidad de coautor, toda vez que sería el responsable de inducir al error a los servidores públicos y así obtener resultados contrarios a la ley y favorecer a los uniformados involucrados en la muerte del grafitero.
Asimismo, fue acusado de falsedad ideológica en documento público agravado por el uso, y ocultamiento, alteración o destrucción de materiales probatorios, este con el fin de hacer imposible el uso de las pruebas como medio cognoscitivo en un eventual juicio en contra de los procesados.
La Fiscalía llevará a juicio al oficial, como presunto responsable de favorecimiento al homicidio ya que por tener conocimiento de que sus subalternos incurrieron en una conducta punible, entorpeció o trató de desviar el desarrollo de las investigaciones.
De otro lado, fueron acusados los subintendentes Tovar Pineda y Zarabanda Payán por los mismos delitos, lo que de acuerdo con lo expuesto por el delegado del ente acusador, les implicaría una condena cercana a los 25 años de pena privativa de la libertad por tratarse de personas con una posición distinguida en la sociedad y por obrar en coparticipación criminal.
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