Los restos óseos de un joven de 25 años de edad, desaparecido en 2003 por manos paramilitares, serán entregados a su padre en una ceremonia organizada por la Dirección de Justicia Transicional, en la cual también los familiares de otras 11 víctimas recibirán los despojos mortales.
Las osamentas corresponden a víctimas de la estructura de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (ACMM) Bloque Cundinamarca, del Bloque Norte Contrainsurgencia Wayú, del Frente 42 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Frente 22 Cundinamarca.
En la narración de los hechos el padre de la víctima cuenta que su hijo perteneció por razones económicas y por ocho meses al grupo armado que tenía control en el municipio de San Cayetano (Cundinamarca), y que tiempo después de retirarse de dicha organización ilegal fue desaparecido y encontrado desmembrado a orillas de un río. “Los restos de mi hijo fueron enterrados en el cementerio de la localidad y los gastos fueron pagados por los paramilitares”.
Entre los perfiles demográficos de este grupo de víctimas, se encuentran 9 jóvenes que se dedicaban a labores del campo, cuyas edades oscilaban entre los 22 y 33 años. Los restos fueron hallados por el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía de Bogotá y Cundinamarca, en su mayoría a través de información suministrada por los familiares y vecinos de las víctimas, en fosas y cementerios de los municipios San Cayetano, Puli y Beltrán (Cundinamarca), Tauramena (Casanare), Cementerio del Sur (Bogotá) y en San José del Guaviare (Guaviare), en diligencias de exhumación efectuadas entre los años 2007 y 2014.
Uno de los casos más conmovedores corresponde a los familiares de un hombre de 23 años que fue asesinado junto con seis personas más en enero de 2005 e inhumado sin los procedimientos judiciales requeridos, en el cementerio de la zona.
LCRA/DLBM