Después de varios meses de audiencias de juicio oral en las que la Fiscalía demostró la culpabilidad del coronel (r) Joaquín Enrique Aldana Ortíz en el homicidio de su esposa Erika Cecilia Yeneris Gutiérrez, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Ibagué anunció fallo condenatorio para el procesado.
De acuerdo con la investigación realizada por servidores del CTI de Ibagué en coordinación con un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y DIH, los hechos ocurrieron en septiembre de 2009 cuando las partes del cuerpo desmembrado de Yeneris Gutiérrez, fueron halladas en bolsas negras y en avanzado estado de descomposición, por varios lugares en la vía que de Ibagué conduce a Alvarado (Tolima).
Las autoridades establecieron que la muerte de la esposa del Aldana obedeció a un trauma cráneo encefálico severo generado con arma contundente. Así mismo, a través de pruebas morfológicas que permitieron la reconstrucción facial por retratos hablados se determinó la plena identidad de la occisa, puesto que tras su muerte le fueron extraídos los pulpejos de los dedos y otros órganos para evitar su identificación.
Otra de las pruebas fue el software espía que había sido instalado en el computador de Erika Cecilia, mediante el cual Aldana Ortíz halló varias conversaciones de su esposa con un tercero con quien sostenía supuestamente una relación sentimental, razón por la cual se motivó el crimen según la teoría expuesta por el fiscal del caso.
El oficial (r), que se desempeñó como comandante operativo de la Policía en el Tolima, se entregó el 15 de diciembre último en las instalaciones del CTI en Ibagué y permanece recluido en la Cárcel de la Policía en Facatativá (Cundinamarca), a la espera de la lectura de sentencia por el delito de homicidio agravado.