Entre las víctimas hay ciudadanos italianos, tailandeses, norteamericanos, israelitas y alemanes.

Con la fachada de guía turístico, Marco Antonio Modesti Cañizalez contactaba por redes sociales a ciudadanos extranjeros que visitaban Bogotá, y se ganaba su confianza para que le permitieran acompañarlos a conocer la oferta cultural, gastronómica y de entretenimiento en la ciudad.

Todo correspondería a un plan delictivo en el que presuntamente terminaba por suministrarles sustancias tóxicas a los viajeros para ponerlos en estado de indefensión y arrebatarles sus pertenencias.

De acuerdo con las denuncias recibidas y los elementos materiales probatorios recopilados, los hurtos ocurrieron en los hoteles en los que se hospedaban las víctimas. Allí finalizaban los recorridos que ofrecía Modesti Cañizalez, y donde las convencía de departir durante algunos minutos para ofrecerles una bebida con medicamentos veterinarios diluidos.

De esta manera, los extranjeros quedaban inconscientes. Una condición que el falso guía habría aprovechado para quitarles objetos de valor, dinero en efectivo y realizar transferencias. Hasta el momento se han acreditado hurtos a ciudadanos italianos, tailandeses, norteamericanos, israelitas y alemanes, que superan en cuantía los 114 millones de pesos.

Por estos hechos, un fiscal de la Seccional Bogotá le imputó el delito de hurto calificado y agravado. El procesado no aceptó el cargo y deberá cumplir medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.

 

 

 

 

LMBG/AMCJ/JARG/APMG/SFB.

 

 

 

 

 

La información contenida en este boletín de prensa corresponde a la narración de los hechos noticiosos objetivos, suministrados por los funcionarios encargados de adelantar las investigaciones penales al interior de la Fiscalía General de la Nación. Para el momento de la divulgación de este comunicado, la situación jurídica de la(s) persona(s) relacionada(s) se encuentra pendiente de resolver por la autoridad judicial competente, siempre bajo los preceptos de la presunción de inocencia, consagrados en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 7º de la Ley 906 de 2004.