En operativo conjunto, agentes del CTI de la Fiscalía y efectivos del Ejército se incautaron de 37 mil cartuchos de diferente calibre, 28 fusiles, un lanzagranadas y 108 proveedores para distintas armas, que estaban enterrados en una zona despoblada cerca de Tarazá (Antioquia).

Los investigadores buscan establecer a qué organización al margen de la ley pertenecían esas armas. Mientras tanto, la Fiscalía presentará ante un Juez de Control de Garantías el material incautado para impartir legalidad a la diligencia realizada, de acuerdo con los parámetros del Sistema Penal Acusatorio.