El 3 de diciembre de 2007, tropas de la Brigada XVII del Ejército Nacional reportaron la muerte de dos jóvenes sin identificar en supuesto combate con el frente 58 de las FARC en el cerro La Auyama, del municipio de Turbo (Antioquia).   Varios días después, se estableció que las víctimas, identificadas como Víctor Alonso Pérez Osorio y Francisco Segundo Sierra Salazar, fueron conducidas con engaños desde Sincelejo (Sucre) a la región de Urabá para que asumieran un supuesto empleo.

Por estos hechos preacordaron con la Fiscalía y fueron sentenciados a 21 años de prisión el cabo Luis Alejandro Toledo Sánchez y los soldados profesionales Santiago Palacios Córdoba, Saúl Enrique López Chavarría, Ferdinando Zambrano Hernández y Luis Carlos Madrid Romero, lo mismo que el particular José Dionisio Ramos Castillo, alias Joselito Carnaval.  Los procesados aceptaron los cargos que les formuló un fiscal de la Dirección Nacional de Derechos Humanos y DIH por el delito de homicidio en persona protegida en concurso homogéneo y sucesivo.

Los investigadores determinaron que días antes del doble homicidio, el personal militar recogió la suma de 800 mil pesos y contactó  al suboficial para que consiguiera  las víctimas por medio de alias Joselito Carnaval, reconocido reclutador de jóvenes para  falsos positivos en el departamento de Sucre.

Las víctimas fueron baleadas en estado de indefensión y cerca de sus cadáveres pusieron un fusil y una pistola, armas que fueron conseguidas también con el dinero recolectado. Por las supuestas bajas en combate, los militares recibieron 15 días de vacaciones.

 

LFML / AAEA