La madrugada del 8 de agosto de 2014, en el barrio El Playón de la capital antioqueña, las autoridades hallaron un cadáver de sexo masculino amarrado de pies y manos con un cable coaxial y con un calcetín dentro de la boca.

Días después, la víctima fue identificada como Víctor Alfonso López Anaya, desmovilizado del Bloque Minero de las Autodefensas. De acuerdo con el dictamen del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, su muerte se produjo por asfixia mecánica por obstrucción de las vías aéreas superiores.

Los investigadores establecieron que el cuerpo fue dejado en el lugar por un taxista identificado como Ricardo Alonso Toro Parra, de 32 años de edad. El hecho quedó registrado en una de las cámaras de seguridad del sector, ubicada cerca de un puesto de policía.

El conductor declaró a la Fiscalía que el mismo día de los hechos, varios hombres lo interceptaron en el vecino barrio Santo Domingo y lo amenazaron de muerte si no botaba el cadáver.

Por estos hechos, el Juzgado 15 Penal del Circuito de Medellín, con funciones de conocimiento,  sentenció  a Toro Parra a una pena  5 años y 4 meses de prisión por el delito de favorecimiento de homicidio agravado.  El sentenciado está prófugo de la justicia.

 

 

LFML/DLBM