Por solicitud de la Fiscalía un juez con funciones conocimiento condenó a 25 años de prisión a Rafael Beltrán Amézquita, quien luego de asesinar a su esposa y sepultar sus restos se presentó ante las autoridades para denunciar el hecho.

Según la investigación del fiscal del caso, Beltrán Amézquita ultimó a su esposa Carolina Henao González con arma cortopunzante, y luego de desmembrarla llevó las partes en bolsas plásticas desde Bogotá a una finca en Fusagasugá (Cundinamarca), donde las sepultó.

El 18 de diciembre de 2008, una semana después del crimen, el homicida se presentó voluntariamente ante las autoridades del barrio La Fragua, sur occidente de la capital, a quienes enteró del homicidio e informó sobre el lugar donde inhumó los restos de compañera, a quien había amenazado si lo abandonaba.

Beltrán Amézquita, condenado por homicidio agravado, fue recluido en la Cárcel Nacional Modelo de Bogotá donde purgará la pena.