La Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, con el apoyo de la Interpol, capturó en Bogotá al ex suboficial del Ejército Alberto Joaquín Silgado Arévalo, hombre de confianza de Salvatore Mancuso y Jorge 40, sindicado del homicidio del profesor de la Universidad del Atlántico Lisandro Vargas Zapata.
El homicidio del educador se produjo el viernes 23 de febrero de 2001, cuando al salir de su residencia en el barrio Las Estrellas, al norte de Barranquilla, fue interceptado por un hombre, que se cubría la cabeza con una gorra de beisbolista, que le disparó en repetidas ocasiones.
Silgado Arévalo, cabo primero del Ejército hasta 1996, fecha en la que pidió la baja y se unió a las Autodefensas, tras conocer a Salvatore Mancuso en Córdoba, se convirtió posteriormente en el comandante militar del Bloque Norte, que lideraban Mancuso y Jorge 40.
De acuerdo con las declaraciones de varios desmovilizados, Silgado Arévalo, conocido con el alias de Cabo Yair, fue remitido a Barranquilla como comandante de frente, donde conformó el ala Urbana de las autodefensas, para apoyar a Jorge 40 en la comisión de varios delitos como extorsiones y homicidios. Huyó después de esa organización con una fuerte suma de dinero de sus jefes, por lo que fue declarado objetivo militar.
Las mismas versiones de los desmovilizados señalaron a alias el Cabo Yair de haber ordenado el homicidio del profesor Vargas Zapata, cuando se desempeñó como jefe del frente José Pablo Díaz.
En contra de Silgado Arévalo pesa una medida de aseguramiento como coautor del homicidio del catedrático, que presidió la Asociación de Profesores de la Universidad del Atlántico, y se convirtió en el tercer educador asesinado en Barranquilla entre diciembre de 2000 y febrero de 2001.





