Ochocientos setenta kilos de coca fueron incautados en Panamá en una acción en la que participaron la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por su sigla en inglés) y agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía.
De acuerdo con las investigaciones desarrolladas, la droga fue llevada por mafias narcotraficantes desde Colombia hasta el país centroamericano en un barco denominado Discovery, el cual alcanzó a llegar a la bahía Portobello, costa arriba de la ciudad de Colón (Panamá). En este vehículo habían acondicionado una caleta para transportar la droga.
La incautación ocurrió gracias los trabajos e indagaciones que los miembros del Grupo de Investigaciones de Estupefacientes adelantaron en cooperación con la DEA. El barco fue detenido antes de que arrancara hacia México, país en el cual la droga sería reembarcada a los Estados Unidos.
Dicha mercancía pertenecía a una organización dedicada a la fabricación y transporte de sustancia estupefaciente en vehículos de carga, tipo camiones NPR, y tractocamiones, los cuales son acondicionados con caletas llenas de droga y conducidos en el interior del país para luego ser cristalizada y acondicionada, para su posterior exportación. La sustancia era posteriormente enviada al exterior en barcos o lanchas rápidas.
No hay capturas por la retención de este barco.