Cinco hombres indiciados de estafar a comerciantes del Eje Cafetero, Valle del Cauca, Tolima, Cundinamarca, Meta, Boyacá y la Costa Atlántica fueron capturados en las últimas horas por miembros del CTI de la Fiscalía en la ciudad de Pereira.

Los operativos de captura se realizaron con el apoyo de la fiscalía 34 seccional en tres viviendas del perímetro urbano en los barrios Villavicencio, Centro, El poblado de la capital de Risaralda, en donde se logró la incautación de 363 cheques en blanco de diferentes entidades financieras que habían sido reportados como hurtados, libros de cuentas, facturas en blanco con membrete y recibos de consignaciones.

Los Camellos serían una banda dedicada a estafar comerciantes de diferentes partes del país mediante engaños que les permitía hurtar mercancías sin dejar rastro alguno.

Se estima que esta organización criminal, durante siete años habría cometido estafas que alcanzaron los 80 millones de pesos mensuales. Los productos obtenidos ilícitamente eran recolectados en camionetas y vendidos a personas conocidas como receptadores, algunos de ellos asentados en la ciudad de Pereira.

Para lograr su cometido, Los Camellos creaban pequeñas empresas en diferentes ciudades, alquilaban locales comerciales de bajo costo, elaboraban sellos y facturas, escogían a sus víctimas de registros del directorio telefónico o anuncios publicitarios en medios de comunicación y para ganar confianza realizaban con ellos operaciones comerciales pequeñas pagadas con cheques con fondos.

Después de una semana hacían de manera simultánea grandes pedidos de mercancía a varios comerciantes y esta vez utilizaban cheques hurtados o adulterados con el objetivo de ejecutar el mayor número de negocios en el menor tiempo posible.

Los títulos valores eran consignados a las cuentas de los proveedores, preferiblemente un día viernes, con el objetivo de retirar las mercancías ese mismo día y desmontar la empresa fachada durante el fin de semana, de esta forma cuando la transacción bancaria era rechazada el lunes o martes las victimas ya no tenían a quien reclamar los elementos entregados.

Al parecer esta banda trabajaba de manera jerarquizada y contaba con una organización definida en la cual cada uno de sus integrantes tenía una función específica como la creación de las empresas fachadas, conseguir los cheques y trasportar las mercancías hurtadas.

Los investigadores del CTI utilizaron la técnica de asociación de casos con la cual encontraron más de 20 denuncias en las cuales se evidencia la misma forma de operación de la banda.

 

DM / AAEA