Por solicitud de la Fiscalía 11 de la Unidad de Delitos contra la Vida e Integridad Personal de Florencia (Caquetá), un juez con funciones de control de garantías aseguró a Yineth Mosquera Camacho, como presunta responsabilidad del deceso de su hijastro de solo 4 años de edad y de su suegro.

La decisión también cobija a Yovany Marín Mendoza, a quien la Fiscalía le endilgó cargos por los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio y hurto calificado; conductas que igualmente le fueron endilgadas a Mosquera Camacho.

Los hechos investigados ocurrieron el 4 de marzo último en la vereda La Esmeralda, jurisdicción del municipio de La Montañita (Caquetá) en una finca donde, con un plan para apoderarse de $15 000 000, Yineth Mosquera, un menor de 17 años de edad y Yovany Marín Mendoza, mototaxista amigo del menor, habrían acordado asaltar a los suegros de Yineth.

A las 4:00 a.m., cuando comenzaban los trabajos del campo, el menor de 17 años de edad llegó al lugar de los hechos en compañía de Marín Mendoza, luego supuestamente agredió con un tubo a Pedro Marín, suegro de Mosquera, hasta causarle la muerte. Cuando la esposa de la víctima salió en su auxilio, también fue recibida a golpes que la dejaron gravemente lesionada. A su vez, de la vivienda salió un niño de 4 años, hijo biológico del compañero sentimental de Yineth y nieto de las víctimas, a quien esta habría asfixiado después de atacarlo con un martillo.

Según el fiscal del caso, los procesados hurtaron $150 000 en efectivo y cinco teléfonos celulares. Luego de labores adelantadas por un grupo interdisciplinario de policía especializada en homicidios, investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de Florencia y de la Sijin efectuaron, el 23 de marzo último, las capturas simultáneas de los dos procesados, en el Terminal de Transportes y el barrio los Constructores de Florencia, respectivamente.

Durante las audiencias, el hombre se allanó los cargos por complicidad, mientras que Mosquera Camacho no aceptó la imputación efectuada por la Fiscalía, en calidad de autora material y determinadora de los crímenes. Posteriormente, juntos fueron remitidos a la cárcel del Cunduy, en tanto que el Juez ordenó enviar copias a la Unidad de Responsabilidad Penal para Adolescentes (URPA) en esa ciudad, para investigar al supuesto menor agresor.