Ya no podrán seguir camuflándose entre sus subalternos para huir de las autoridades. Los cabecillas de la banda La Loma manejaban el tráfico y comercialización de estupefacientes por unas semanas y luego lo dejaban encargado a otros integrantes para evitar los seguimientos de la Fiscalía y de la Policía.

El Juez Cuarto Penal con funciones de control de garantías legalizó la captura de ocho integrantes de esta organización delictiva, entre ellas dos mujeres, que tenían azotado el municipio de Candelaria (Valle del Cauca) con la distribución de marihuana y  bazuco.

El togado aceptó la solicitud de la Fiscalía 31 Seccional de Cali de imputarlos como presuntos responsables de los delitos de concierto para delinquir en concurso con homicidio agravado, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, y  tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.

Igualmente impuso medida de aseguramiento consistente en detención preventiva intramuros en contra de Xileni Herrera Valencia, alias Xisleni; Néstor Freddy Chantres Millán, alias Pipa; Jharlintong Javier Montaño Riascos, alias Peineta; José Alexander Hurtado Ortíz, alias el Loquillo; Carlos Quintero, alias Simpson; Luz Amparo Arias, alias la Tía; Carlos Andrés Caicedo Mina, alias Caicedin;  y Wiltón César Hurtado Mina, alias Pescado.


Reclutaban menores

Las investigaciones de la Fiscalía permitieron establecer que la banda La Loma está integrada por 19 miembros dedicados, presuntamente, a la venta y comercialización de drogas, marihuana, bazuco y cocaína.

También se dedicaban al reclutamiento de menores en escuelas y colegios de Candelaria, lo mismo que jóvenes en situación de abandono callejero o maltrato familiar, para utilizarlos como correos de transporte y expendio de estupefacientes.

La banda La Loma inició un enfrentamiento con otros grupos delincuenciales dedicados también al expendio de alucinógenos en Candelaria, con el ánimo de ejercer control sobre las ollas y los precios de las drogas comercializadas.

 

 

JGPV/DLBM