Por solicitud de la Fiscalía, un juez de conocimiento de Bogotá llamó a juicio a los esposos Yesid Peña Rueda y Alix Milena Rodríguez Oliveros, como coautores materiales del delito de violencia intrafamiliar agravada en concurso homogéneo y sucesivo.

Los hechos materia del procedimiento penal se relacionan con los castigos y vejámenes a los que fue sometida una menor por parte de su padre biológico y su pareja, quien le impedía el consumo de alimentos sino les ordenaba la casa.

“La madrastra la empujó una vez al lavadero en donde la mojó con agua fría y le quitó toda la  ropa propinándole cachetadas, mientras que Peña Rueda le pegaba con una tabla en las piernas”, sostuvo uno de los menores, hermano de la víctima.

En entrevista rendida a la Fiscalía, la niña aseguró que estaba sometida a un estado de servidumbre para ganarse un plato de comida.

“No podía denunciar porque me pegaban y no me daban comida”, agregó en una de sus declaraciones la pequeña.

Sin embargo, tras el desespero fue un día a contarle todo lo que le sucedía a un tío quien al conocer la historia alertó de inmediato a las autoridades.

Al mismo tiempo, al ser valorada por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses fue emitido un dictamen en el que se evidenciaron heridas violáceas en la cara, cabeza y el cuello, una cicatriz de 6 cm hipercrónica en la región parietal izquierda,  otra de 3 cm en la región infraocular  derecha, así como equimosis y laceraciones en sus glúteos y brazos.

Por su parte la Fiscalía recalcó que los niños son sujetos de doble protección constitucional reforzada por los tratados de la comunidad internacional.

“Dormía en un cuarto lleno de canastas de cerveza y tapas de licor, en total descuido y en una situación higiénica deplorable”, anota el escrito de acusación.

La fiscal agregó que el Jueves Santo de 2014, en marzo, recibió una golpiza en sus brazos y no pudo moverlos durante varias semanas.

Finalmente el 20 de junio de 2016, en horas de la noche la menor ultrajada sentía mucha hambre y decidió probar una cucharada de arroz siendo sorprendida por su madrastra.

“Desató la furia de su padre bilógico y la de su pareja quien después de agredirla verbalmente con groserías y humillaciones, calentaron una cuchara al rojo vivo y le fue quemada su legua y dos de sus dedos”, sostuvo la fiscal.

Por estos hechos graves contra un menor de edad, los procesados se exponen a una pena de entre 7 a 12 años de prisión que serían purgados en la Cárcel Distrital de Varones y El Buen Pastor, en donde actualmente permanecen recluidos.

 

CMR/DLBM