Aunque es un término frecuente en las noticias judiciales, pocas personas comprenden realmente por qué el concierto para delinquir figura casi siempre en las investigaciones que llevan a la desarticulación de grupos criminales, sin importar su tamaño o nivel de organización.

Este delito sanciona algo fundamental: el acuerdo entre dos o más personas para cometer delitos, así como la distribución de roles, la planificación y la coordinación necesarias para ejecutar cualquier conducta ilícita. No se castiga solo la acción final, sino la estructura y el compromiso previo que permiten que el crimen ocurra.

En este video te explicamos de manera sencilla el alcance de este delito, cómo opera en las investigaciones contra redes delictivas y cuáles son sus consecuencias penales.