La compulsa de copias se desprende del cumplimiento del deber legal que tienen los funcionarios judiciales de informar de hechos, actos u omisiones que, se estima, pueden llegar a ser constitutivos de una falta penal o disciplinaria.

La compulsa de copias ocurre una vez se emite sentencia condenatoria y el juez considera que una persona debe vincularse a un nuevo proceso a partir de las pruebas obtenidas.

Los delegados de la Fiscalía también pueden compulsar copias cuando recopilan elementos de prueba que involucran a un individuo en un delito, pero carece de competencia para investigarlo. Así que pone en conocimiento del fiscal, la instancia judicial o disciplinaria que corresponda para que asuma el asunto.

La compulsa de copias es, por lo tanto, una herramienta esencial para el trabajo de la Fiscalía en el cumplimiento de sus funciones investigativas y judiciales, que además evita la impunidad y permite involucrar a otras dependencias e instituciones en la búsqueda de la verdad.