Uno de los problemas más serios en la era digital es el uso malicioso de imágenes y videos falsos para transformarlos en contenido íntimo.

Los ciberdelincuentes usan tus fotografías o registros audiovisuales y, mediante el uso de aplicativos, los convierten en material explícito, y luego te contactan para ofrecerte dinero y acosarte, afectando tu privacidad y dignidad, y causando daños emocionales significativos.

Para detener esta cadena de acoso, el primer paso es dejar de compartir o publicar fotografías personales o de contenido explícito.

Para identificar el material creado a través de aplicativos o herramientas virtuales observa detalles sutiles: como parpadeos inusuales, movimientos de manos y posiciones del cuerpo imposibles de realizar y falta de sincronización en los audios.

Ahora, si te extorsionan para no difundir este tipo de videos o fotografías generadas artificialmente, actúa con precaución:

Aprende sobre estos riesgos y cómo protegerte.