Ante el Juzgado Décimo Penal del Circuito de Bogotá, la Fiscalía General de la Nación solicitó la condena ejemplar en contra de José de los Ángeles Lizcano, alias Arbeláez, acusado de los delitos de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir agravado, tras el homicidio con arma de fuego del dirigente sindical, Severo Bastos, expresidente de la Asociación de Educadores de Arauca (Asedar).
Los hechos se registraron el 14 de diciembre de 2003 en el municipio de Villa del Rosario (Norte de Santander), en donde paramilitares del frente Fronteras del Bloque Catatumbo de las Autodefensas sacaron de su casa al dirigente sindical, a quien le quitaron la vida por ser un supuesto colaborador de la guerrilla de las FARC.
El asesinato de Severo Bastos, quien fuera fiscal suplente de la Junta Directiva del Sindicato Nacional de Trabajadores del Incora (Sintradin), Seccional Arauca, fue denunciado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otros organismos internacionales que pidieron resultados a la justicia colombiana por tratarse de una persona protegida.
Durante el juicio rindieron testimonio dentro de los procesos de Justicia y Paz, Jorge Iván Laverde Zapata, alias el Iguano, comandante del bloque paramilitar, y Andrés Robledo, alias El Gringo, quienes bajo juramento afirmaron que el procesado recibió órdenes de asesinar a todo lo que “oliera a Izquierda”.
El desmovilizado de las Autodefensas permanece recluido en la cárcel de Mocoa (Putumayo), a la espera de la sentencia que será proferida en los próximos días.
CMR/DLBM