Atendiendo la solicitud de la Fiscalía, el Juzgado Promiscuo del Circuito de Riosucio (Chocó) condenó a Edwin Guzmán Martínez, alias Tuto, a la pena de 38 años de prisión y multa de 2000 salarios mínimos legales mensuales vigentes por haber incurrido en las conductas punibles de homicidio en persona protegida, hurto calificado y desplazamiento forzado, cometidos en contra de los líderes comunitarios Edwin Ortega y Petrona Sánchez.
En la providencia el despacho también ordena el pago de 35 salarios mínimos legales vigentes a los familiares de las víctimas como indemnización por los daños morales sufridos.
De acuerdo con lo establecido por la Fiscalía, entre 1997 y 2004 los pobladores de la zona del bajo Atrato se vieron sometidos al desplazamiento forzado y a varios homicidios, entre los que se cuenta los del joven Ortega y el de Sánchez, por parte del Frente 57 de las Farc, del cual hacia parte Guzmán Martínez.
Las dos víctimas eran miembros de esta comunidad y realizaban tareas con sus vecinos, Edwin Ortega con los jóvenes y Petrona Sánchez como directora de la Organización Internacional del Bajo Atrato se dedicaba con las mujeres de zona, a actividades que los mantenían fuera del conflicto que atravesaba la región, lo que sería el principal motivo para que las Farc los declarara objetivo militar.
Parte del material probatorio suministrado al proceso por el ente acusador son los testimonios de lo acontecido el 28 de diciembre de 2002, cuando un grupo de hombres uniformados ingresaron a la comunidad de Costa de Oro, en la cuenca del río Curvaradó, municipio del Carmen del Darién (Chocó), y se llevaron Petrona Sánchez, posteriormente fue ubicada en un cementerio rudimentario y mediante pruebas de laboratorio se estableció que la misma presentaba varias lesiones en sus huesos.
Asimismo que el 28 diciembre de 2002, ese grupo armado, encabezado por Edwin Guzmán Martínez, ingresó a la comunidad de Churima cuenca del río Jiguamiandó, donde se hallaba reunido con varios jóvenes de la comunidad el líder de juventudes, Edwin Ortega, al cual sacaron del recinto a la fuerza.
Una vez reunidos en un sector del pueblo, Guzmán Martínez dio la orden de ocasionarle la muerte bajo el argumento que éste era paramilitar. Tras el crimen, el hoy procesado extrajo de los bolsillos una suma de dinero en efectivo, un reloj de pulso y su pantalón nuevo.
Con estos hechos varios de los habitantes de las zonas fueron desplazados so pena de correr la misma suerte de los dos asesinados por alias Tuto.