El uso de menores para la comisión de delitos es una conducta grave que atenta contra la integridad y el desarrollo de niños, niñas y adolescentes. La Fiscalía General de la Nación investiga y judicializa a quienes induzcan, faciliten, utilicen, constriñan, promuevan o instrumentalicen a un menor de 18 años, reafirmando que la protección de la niñez es un deber de toda la sociedad y una prioridad para la justicia.
El Código Penal establece que inducir, facilitar, utilizar, constreñir, promover o instrumentalizar a un menor de edad para cometer una actividad ilícita es delito. No importa si el niño, niña o adolescente acepta o participa voluntariamente, la ley nunca considera su consentimiento como una excusa.
Esta acción se conoce como uso de menores de edad para la comisión de delitos, y puede presentarse en casos como tráfico de estupefacientes, hurtos, extorsiones o cualquier otra actividad delictiva donde un adulto involucra a un niño, niña o adolescente.
La pena para quien comete este delito es de 10 a 20 años de prisión, y aumenta hasta en la mitad si la víctima es menor de 14 años o si se presentan circunstancias de agravación previstas por la ley. Este delito busca proteger a los niños, niñas y adolescentes, evitando que sean instrumentalizados o manipulados por adultos para delinquir.
En conclusión, usar a un menor de edad para cometer un delito tiene como consecuencia una dura sanción penal.
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