Cuatro morteros y varias granadas de fabricación artesanal fueron encontradas por miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) en zona rural de Bogotá, en el barrio Juan Rey, al suroriente de Bogotá. La operación se realizó conjuntamente con el Ejército.
La investigación preliminar indica que las Farc, que ubicaron estas armas a 50 metros de la vía de que Bogotá conduce a Villavicencio (Meta), pretendían realizar ataques contra la carretera y contra el Comando de Atención Inmediata (CAI) de la Policía, que se encuentra ubicado a 500 metros de la finca San Rafael, donde se hallaron los explosivos.