El Grupo de Criminalística de Campo del CTI se activa para que la verdad sea revelada. Su labor es importante al momento de conocer escenas complejas en donde ocurrió un delito, especialmente en casos de homicidios colectivos, en estos casos el análisis técnico se convierte en una pieza clave para descubrir a los responsables.
Nuestra labor comienza en el momento en que llegamos al lugar de los hechos. Desde entonces, aplicamos protocolos rigurosos para documentar, recolectar y preservar todo el material probatorio, sin pasar por alto ningún detalle: elementos biológicos, balísticos, contundentes o lofoscópicos, todos tienen el mismo valor para esclarecer lo ocurrido.
Las condiciones no siempre son fáciles: muchas veces encontramos cuerpos en estado de descomposición debido a las demoras causadas por condiciones de seguridad. También enfrentamos factores como el clima, enfermedades en la zona, o incluso la presencia de grupos armados. Cada escena representa un nuevo reto.
Aun así, cumplimos con nuestro deber aplicando métodos técnicos, el manual de cadena de custodia y utilizando equipos especializados en fotografía, topografía y balística. Hoy en día contamos con tecnologías avanzadas como drones, escáneres 3D y sistemas de alta precisión, que nos permiten documentar la escena con mayor detalle y realizar reconstrucciones en 3D para un análisis más profundo y eficaz.
Cada caso nos recuerda que detrás de cada víctima hay una familia que sufre. Para ellos, esa persona era un padre, una madre, un hijo, una esposa. Y por eso trabajamos con profesionalismo, pero también con humanidad, porque sabemos que nuestra labor puede dar respuestas, cerrar ciclos y ayudar a hacer justicia.