La Fiscalía puso en evidencia a una organización delincuencial que estaba conformada por seis hermanos, sus compañeras sentimentales, hijos y otros familiares que procesaban ilegalmente licores.  

La acción investigativa de la Fiscalía General de la Nación puso en evidencia el actuar ilícito de una organización delincuencial, conformada por 16 integrantes de una familia, dedicada a la adulteración y distribución de licor en Norte de Santander y Santander. 

Una fiscal del grupo de propiedad intelectual de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, demostró que estas personas entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024 usaron ilegalmente marcas reconocidas de whisky, vodka, aguardiente y ron para desarrollar su actividad criminal.

Se trata de los hermanos José Joaquín, Judith, Henry, Mercedes, Carlos Olinto  y Alberto Antonio Jaimes Latorre; y Maricela Galvis Pérez, Carla Patricia Pulido Cruz, Claudia Yanet Solano Ortiz, Wilmer Hernán Correa Torres, Jorge Andrés Vargas Pérez, Elio Javier Añez Maldonado, Fidel Gelvez Toloza, Ana Cenaida Delgado Martínez, Carlos Alberto Gómez Rodríguez y Alberto Antonio Jaimes Rivera.

Por aceptación de cargos, un juez de conocimiento de Cúcuta (Norte de Santander) condenó  a 15 de los procesados a una pena de 43 meses y 24 días de prisión y a Jaimes Rivera a cinco años, y cinco meses de cárcel.

Estas personas fueron declaradas responsables de los delitos de  ejercicio ilícito de actividad monopolística de arbitrio rentístico; corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico; concierto para delinquir; y usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos de obtentores de variedades vegetales.

Además, a Alberto Antonio Jaimes Rivera, se le imputó el delito fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones.

La investigación que contó con el apoyo de la Dijin de la Policía Nacional demostró que esta organización delincuencial estaba conformada por seis hermanos y algunas de sus esposas, hijos y sobrinos. Cada uno cumplía un rol como la compra de botellas, capuchones y cajas originales, que habían sido usadas y adquiridas en reciclajes.

Otro de los integrantes de la organización era el propietario de un local de artes gráficas, en el que falsificaban etiquetas, cintas y estampillas. Además, contaban con la ayuda del dueño de una comercializadora de sustancias y productos químicos.

Por su parte, en las viviendas de los hoy condenados adulteraban el licor en pésimas condiciones higiénicas y de salubridad, para esto, usaban equipos, máquinas, insumos, productos químicos potables, tanques, envases, licores de bajo costo, tapas y sellos.

El proceso para la elaboración de las bebidas alcohólicas ilícitas estaba a cargo de un ingeniero industrial, quien elaboraba las fórmulas químicas para la fabricación de cada uno de los licores que adulteraban. 

Dos máquinas troqueladoras y una máquina industrial de un metro de altura de gran valor comercial, fueron incautadas con fines de comiso.

Esta información se publica por razones de interés general.

 

 

 

 

 

LAGP/AMCJ/LFH/DECVDH/

 

 

 

 

La información contenida en este boletín de prensa corresponde a la narración de los hechos noticiosos objetivos, suministrados por los funcionarios encargados de adelantar las investigaciones penales al interior de la Fiscalía General de la Nación. Para el momento de la divulgación de este comunicado, la situación jurídica de la(s) persona(s) relacionada(s) se encuentra pendiente de resolver por la autoridad judicial competente, siempre bajo los preceptos de la presunción de inocencia, consagrados en el artículo 29 de la Constitución Política y el artículo 7º de la Ley 906 de 2004.