En Colombia, no siempre se requiere una denuncia para que la Fiscalía General de la Nación inicie una investigación penal. Existen delitos que, por su gravedad, deben ser investigados de manera inmediata desde el momento en que las autoridades tienen conocimiento de los hechos.

Este principio, conocido como investigación de oficio, permite que la Fiscalía, a través de cualquiera de sus delegados, abra una indagación por iniciativa propia, sin que medie una denuncia formal. La medida se activa ante la inminencia de que un hecho específico podría constituir un delito.

De acuerdo con el artículo 67 del Código Penal colombiano, hay delitos que obligan a las autoridades a actuar sin dilaciones ni requerimientos ciudadanos. Casos como homicidios, secuestros o actos de corrupción no necesitan ser denunciados para que se dé inicio a la acción penal. Basta con que exista conocimiento del hecho para que la Fiscalía empiece las labores investigativas.

La investigación de oficio es una herramienta fundamental para combatir la impunidad, garantizar el acceso a la justicia y brindar protección efectiva a las víctimas.