Lady Carolina Lozada Herrera, médica veterinaria del grupo Gelma de la Fiscalía, habla en esta entrevista sobre las afectaciones psicológicas a los animales.
“No solo basta con generar en el animal una afectación física, sino que también una afectación emocional puede ser causal de una pena privativa de la liberta”, explicó.
“Mi nombre es Lady Carolina Lozada Herrera, actualmente soy de profesión médica veterinaria y zootecnista, especialista en etología, lo cual es el estudio del comportamiento animal, y trabajo para el grupo Gelma, el cual es el Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal de la Fiscalía General de la Nación”, aclaró la médica veterinaria sobre sus estudios y su labor.
Sobre un caso particular, contó que en “la ciudad de Cali una persona reclutaba animales muy enfermos y lo que hacía era solicitar dinero a las diferentes personas, pero ese dinero no era invertido. Entonces los animales no los sacaban a la calle, muchos de ellos estaban amarrados, a algunos de ellos los alojaban en habitaciones oscuras, desarrollando en ellos un síndrome que se llama el síndrome de privación sensorial. Como su nombre lo indica es que se priva de muchas interacciones, entre ellas la calle, de socializar muchas veces con otros caninos. Había un canino en especial que todo el tiempo estuvo amarrado, entonces generó una interacción negativa con el collar. Entonces cada vez que se le mostraba el collar ese animal era super agresivo y también atacaba a las personas. A pesar de que se le trató de hacer tratamiento etológico por parte de uno de los profesionales del albergue en donde estaba, pues ese animal tuvo que ser eutanasiado porque la agresividad nunca se le pudo controlar En este caso, la persona fue llevada ante un juez y este estableció una condena de más de un año de prisión con otras sanciones accesorias, como fue la prohibición de tenencia de animales por el mismo tiempo y también una sanción económica”.
En ese sentido, aseguró que “un animal agresivo muchas veces es sinónimo de sufrimiento, porque ese animal está en constante alerta, piensa que en todo momento lo van a atacar. Una afectación psicológica en un animal es que básicamente altera su comportamiento y al alterar este tipo de comportamiento genera una mala interacción ya sea con el ambiente, con una persona o ya sea con otro animal. Todo dependiendo la causa que genera ese maltrato donde un profesional de etología tiene que diagnosticar este tipo de afectaciones emocionales o, como también se conoce, daños psicológicos”.
La médica veterinaria también indicó que “as evaluaciones comportamentales no son sencillas ya que a nivel científico no hay evaluaciones directas que logren decir ‘este animal tiene un problema comportamental’ y por ende inferir que tiene un estado mental afectado. En este caso pues usamos evaluaciones indirectas, a través de la observación comportamental, con diferentes pruebas. La etología forense investiga los diferentes comportamientos de cualquier tipo animal en los diferentes casos legales y que además es importante mencionar que la Fiscalía General de la Nación cuenta con uno de los pocos profesionales a nivel de Latinoamérica”, y agregó para puntualizar que “no necesariamente un animal siempre tiene que estar sangrando para decir que está sufriendo”.