Las desapariciones forzadas son una herida profunda en la historia de Colombia. Ante esta realidad desgarradora, la Fiscalía General de la Nación ha asumido un compromiso indeclinable: encontrar a las personas desaparecidas, darles un nombre, una historia y permitir que sean sepultados dignamente.
En este largo camino, la genética forense se ha convertido en una poderosa herramienta. Nuestro fuerte es la identificación de personas desaparecidas a través de la obtención de ADN de cuerpos exhumados en condición de no identificados. La genética es la ciencia que fundamenta su estudio en el ADN. El ADN es molécula de la vida, contiene la información que nos hace únicos. Es un código que nos permite vincular a una persona con su familia y, en este caso, con su identidad.
El Grupo Técnico de Investigación cuenta con tres grupos de genética ubicados en Barranquilla, Medellín y Bogotá.
Una vez los cuerpos son exhumados por los grupos de identificación y exhumación humana del CTI son analizados por los antropólogos y odontólogos y médicos del grupo de identificación y envían muestras a los laboratorios de genética, el ideal es enviar muestras de fémur y dientes.
Los peritos se encargan del corte, la limpieza, fragmentación y pulverización de los restos óseos y estructuras dentales. Por lo general, los restos óseos se entierran en condiciones no controladas, es decir, en contacto directo con el suelo. Por lo tanto, el primer paso crucial es limpiarlos para no alterar el perfil de ADN.
Con el pulverizado obtenido lo vamos a colocar en contacto con unos reactivos, el objetivo cuál es, romper membranas celulares, romper membrana nuclear y liberar el ADN que está dentro del núcleo de las células. Entre 30 y 45 días tarda el proceso para identificar una muestra de ADN de restos óseos.
Desafíos afrontamos de manera constante en el Grupo de Genética, analizamos cuerpos que han sido inhumados hace más de 20 años, analizamos cuerpos de masacres, analizamos cuerpos del Palacio de Justicia, analizamos los cuerpos de los niños de ‘Garavito’, en la actualidad seguimos trabajando en conflictos que son tan antiguos que estamos perdiendo ya los familiares de esas personas desaparecidas y tenemos que implementar nuevas tecnologías que nos permitan obtener mayor información de familiares mucho más lejanos.
El proceso de identificación es meticuloso y riguroso para garantizar la confiabilidad de los resultados. Una vez obtenido el perfil genético, se busca una coincidencia en la base de datos de personas desaparecidas.
La identificación de las personas desaparecidas es un acto de justicia, un homenaje a su memoria y un mensaje de esperanza para las familias que aún esperan reencontrarse con sus seres queridos. En la búsqueda de la verdad, la ciencia y el esfuerzo de los peritos de la Fiscalía General de la Nación se convierten en una esperanza.