Luego de avalar el preacuerdo celebrado entre la Fiscalía General de la Nación y la defensa del procesado, el Juzgado 27 Penal del Circuito de Medellín sentenció a 48 meses de prisión al expatrullero de la Policía Nacional Jarol Arbey Hurtado Quiñonez, por el delito de concusión.

En la misma decisión fue condenada a 12 meses de prisión, en calidad de cómplice, Cilia Cristina Caly  Osorio.

De acuerdo con la investigación adelantada por un fiscal de la Unidad de Delitos Contra la Administración Pública, los hechos ocurrieron el 23 de febrero del año 2020, cuando las autoridades capturaron en flagrancia a Álvaro Mauricio Vargas Marín, quien había cometido un hurto a una vivienda del barrio Belén de Medellín (Antioquia).

El hombre, de 55 años, quien se movilizaba en un vehículo de placas MNP 869, transportaba dos televisores, una barra de sonido y 4 millones de pesos en efectivo.

Al llegar a la estación de Policía del barrio Laureles de la capital antioqueña, Hurtado Quiñonez le exigió al capturado la suma de 10 millones de pesos, a cambio de no judicializarlo y dejarlo en libertad.   

Una hora después de la exigencia económica, el dinero fue recibido por  Caly Osorio, quien laboraba en un motel de la zona.

Aunque el dinero fue entregado en su totalidad, el capturado no fue dejado en libertad y fue enviado a la cárcel de manera preventiva por los delitos de hurto agravado y cohecho. Los investigadores establecieron que al momento de los hechos Vargas Marín se encontraba en detención domiciliaria por otra conducta delictiva.

Como parte del preacuerdo celebrado entre las partes, Hurtado Quiñónez devolvió los 10 millones de pesos.

Según el fallo, el condenado deberá pagar también una multa de 33.33 salarios mínimos legales mensuales vigentes y no se le concede ningún beneficio.  Por su parte, a la mujer se le concedió la libertad condicional.

La defensa apeló la decisión de primera instancia ante los Jueces Penales del Circuito.

La Fiscalía General de la Nación habla con resultados.

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