Por: Felipe Zuleta Lleras
El Espectador

Esta semana que viene, más específicamente el 13 de febrero, se cumple el primer año de Francisco Barbosa al frente de la Fiscalía General de la Nación. Pese a lo que dicen constantemente sus detractores de oficio, me puse en la tarea de mirar juiciosamente algunos de sus logros. Al fiscal le ha tocado hacer su oficio en la peor pandemia que ha tenido el mundo en los últimos 100 años, lo que le suma a sus méritos. La Fiscalía no se paralizó ni un solo día.

Pese a todas las restricciones impuestas por la pandemia, se realizaron 710.172 audiencias virtuales en 2020, es decir, el 77,43 % de las audiencias realizadas en 2019, lo cual en épocas de aislamiento es muy significativo. Entre estas se destacan 155.931 que correspondieron a órdenes de captura (21,96 %), 226.587 a audiencias de juicio oral (31,91 %), 83.934 a audiencias preliminares (11,82 %), 54.105 a imputaciones (7,62 %) y 39.802 a sentencias condenatorias (5,60 %).

De manera discreta pero eficiente, el fiscal decidió descentralizar su trabajo. Se le ha visto poco en su despacho en la capital, pues Barbosa ha estado en todas las fiscalías seccionales del país.

No me alcanzaría el espacio para detallar todo lo alcanzado por la Fiscalía, pero en temas como feminicidios, asesinato de líderes sociales y desmantelamiento de bandas criminales las cifras son realmente importantes.

Ver la información completa aquí.