Por cerca de un año la Fiscalía interceptó varias líneas de celulares, mediante las cuales se comprobó la existencia de una organización de delincuencia organizada dedicada al tráfico de estupefacientes al menudeo por venta directa o a domicilio, a través de encomiendas desde Chaparral (Tolima) y municipios vecinos.

Las informaciones obtenidas dejaron al descubierto a Sonia Astrid Ortiz Arango y Alba Luz Franco Roa, posibles cabecillas, imputadas por concierto para delinquir agravado en concurso heterogéneo con tráfico de estupefacientes.

La policía judicial del CTI de la Seccional Tolima capturó también a Aminta Díaz Vargas, Luis Alfredo Casares y Flor Esmeralda Cano, a quienes les imputó el delito de concierto para delinquir agravado en calidad de coautores.

Estas personas al parecer traficaban perico y marihuana, esta última cultivada —según las autoridades— en una finca ubicada en la vereda Tulini de Chaparral.

De igual manera manejaban otros expendios ubicados en el barrio El Jardín de ese municipio y en la localidad de San Antonio.

Las encomiendas por valor de $20.000 a $60.000 aproximadamente, eran camufladas en comida para perros, pan y hasta jabón, las cuales fueron enviadas a las municipalidades de Ataco, Planadas y Ortega, en ese departamento.

Se conoció que Casares había sido detenido con una libra de marihuana el día de las elecciones presidenciales en Colombia, el pasado mes de mayo, cuando se movilizaba en un taxi, por lo que tiene una investigación activa. Esto deja en evidencia su posible participación en la organización como el encargado de llevar la sustancia a domicilio.

Durante las diligencias de allanamiento y registro les fueron encontrados 498 gramos de marihuana en una panela, camuflada en una enramada del patio de unas de las viviendas.

La Fiscalía hace pública esta información por razones de interés general.

 

 

 

PAAM/DLBM