El Grupo de Exhumaciones de la Fiscalía entregó esta mañana los restos de 8 víctimas de grupos alzados en armas, quienes fueron desaparecidas entre los años 2000 y 2004 en las regiones de San Martín, Puerto Concordia y Vista Hermosa (Meta), Cimitarra (Santander) y en departamento de Guaviare.
Los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes y otros en cementerios de las zonas donde ocurrieron los hechos. La madre de una menor de 16 años asesinada en julio del 2000 por un miembro de la guerrilla de las Farc del Frente 27, relata que fue por “negarse a ser reclutada”.
Los restos de otra de las víctimas corresponden a un joven de 22 años, quien según investigaciones de la Fiscalía era paramilitar de las Autodefensas de Urabá. El hombre fue dado de baja durante un enfrentamiento del grupo armado con el Ejército Nacional en zona rural de Villanueva (Casanare) en febrero del 2004. Durante el mismo enfrentamiento murieron otros 22 hombres que al momento de su deceso vestían prendas militares y logos de las autodefensas. Los occisos fueron enterrados en el cementerio de Tauramena.
Uno de los hechos de esta entrega de restos fue confesado por el excomandante de las Autodefensas de Puerto Boyacá, Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón, de quien según registros de la Fiscalía es responsable de la muerte de más de 500 personas.
Con esta ceremonia, la Dirección de Justicia Transicional completa los 3000 cuerpos entregados en todo el territorio nacional donde se han encontrado cerca de 6400 fosas comunes con restos de víctimas del conflicto.
LCRA/DLBM