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Pasión por un ‘bello’ trabajo

Como Andrés en la Fiscalía hay 8.923 investigadores que aportan al esclarecimiento de los hechos criminales en el país.

No, dice sin titubeos el ingeniero industrial Andrés Bello ante la pregunta acerca de si le gustaría que una de sus dos hijas siguiera sus pasos como agente del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, y lo dice convencido de querer que ellas lleguen más lejos que él.

El ‘Gordo Bello’, así referencian sus amigos en tono amable y familiar al bogotano de nombre ilustre y 35 años de edad que hace parte del Grupo de Persecución de Activos Ilícitos (GPAI) del CTI.

Martes…

En torno a Andrés se despertó un tren de risas por la camiseta a rayas blancas y negras del Juventus, el equipo de fútbol italiano que le roba pasiones; el Nacional lo hace en Colombia.

Y es que en la parte superior trasera de la casaca de La Juve aparece el apellido de su ídolo Juan Guillermo ‘Cuadrado’, con quién curiosamente Andrés comparte apellido: Cuadrado Bello, Gordo Bello.

“Uno nunca deja de sentir miedo; pero siempre… de la mano de Dios, salimos avante”.  

“Este man nos tiene locos con la geometría…” dice con voz grave Alejandro Marulanda (Marulo), otro de los servidores del CTI con quienes Andrés viajó hasta el nororiente del país para adelantar un delicado procedimiento judicial. “… dice ser Cuadrado, pero es redondo…” remata en medio de una carcajada ‘Marulo’, un manizalita corpulento que, como todos en su región, no oculta el seseo característico de su voz.

“Somos una familia. Siempre tenemos una sonrisa, nunca nos faltarnos al respeto; y en los operativos somos rigurosos”, advierten varias voces armando una sola frase.

Cae la noche

Envueltos en camaradería y a paso lento, media docena de investigadores se internan en el alojamiento dispuesto para su descanso, previo a las labores del día siguiente en tres municipios de Arauca, zona de delicado orden público por la presencia del Frente de guerra oriental Domingo Laín Sanz del Grupo Armado Organizado ELN.

Una madrugada pasada por agua menguó el acostumbrado bochorno de la noche que se fundió pasadas las 10:30 de un día cualquiera en Saravena (Arauca), y que despuntó en medio de los madrugadores trinos de pájaros invisibles.

Sobre las 4:00 AM empezó el desfile gris de investigadores. Uno a uno se forró en el traje oscuro característico del CTI y encima una armadura de al menos 25 kilos. Casco y chaleco blindado, botas y un pistola Jericó 9mm convirtieron en homogéneo el desfile de colores civiles que trece horas antes había aterrizado en esa zona del país.

Miércoles

“Sirvo a la Fiscalía desde 2012”, dice orgulloso Andrés,  Técnico Investigador I para quien su oficio, más que una profesión, es una labor “importante, de mucha dedicación y riesgo”, dice mientras recuerda con nostalgia a Alexánder Ladino, un compañero suyo caído en acción cuando combatía el accionar de expolicías que delinquían.

“Aunque muchas veces la ciudadanía no lo perciba, el CTI ha hecho mucho por Colombia”.

9:00 AM, el mal clima retrasa el vuelo del avión Caraván en el que se movilizará Andrés y un equipo de expertos de distintas disciplinas.

“En esto se siente mucha adrenalina”, expresa Andrés minutos antes de viajar. Adrenalina que parece llevar en las venas, no en vano su papá es integrante de la Unidad Nacional de Protección (UNP).

En la tarde la sensación térmica, según los indicadores climáticos, es de 39 grados centígrados aun a pesar de lo nublado del cielo. 35 grados es la temperatura real.

Andrés retorna al punto de partida, el casco en la mano izquierda, el chaleco desapuntado y en la cabeza porta una pañoleta negra enjuagada en sudor, con la que cubre un curioso corte que solo deja ver un camino de pelo de cinco centímetros que comunica la frente con la nuca, los costados lucen casi rapados.

Un vaso de agua con gas lo refresca y luego de saludar con amabilidad sale para regresar poco después como un civil más. Una camiseta de color rojo, un pantalón verde y zapatos deportivos negros, además de una maleta negra tipo carriel cruza su pecho.

De la televisión se desprende un grito extendido de gol que contagia a los presentes. Andrés lamenta el autogol del Liverpool con el cual el marcador se colocaba 1 a 1 con el Bayer de Munich el onceno alemán en el que juega el cucuteño James Rodríguez, aunque este no era el día del 10.

El marcador del “picadito” terminó 3 a 1 en favor del Liverpool que pasó a cuartos en la Liga de Campeones.

Mientras los aficionados esperan el siguiente partido, ‘El Gordo Bello’, ‘Marulo’, ‘Duván’, ‘Martín’, Eduardo, ‘Chucho’ y ‘Milhaouse’, como muchos  otros agentes del CTI aguardan  en cualquier punto de la geografía del territorio nacional: “seguir haciendo mucho por el país, aunque muchas veces la ciudadanía no lo perciba”, como dice Andrés.

“Es un orgullo poder prestar mis servicios a la Fiscalía General de la Nación para el bien de Colombia”, se despide Bello con su pulgar derecho en alto y se interna en un operativo rodeado de personal militar que apoya su seguridad y la de sus compañeros.

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